Cristian D Portocarrero
Finalizo mi último día de trabajo, un poco agotado y con ganas de dormir. Pero nada era más importante que revisar en internet si había ganado el premio mayor de la lotería que había jugado esa misma noche, tuve un momento se ansiedad al momento de saber, y fui la persona más feliz al saber que era el ganador del premio mayo de la lotería, me encontraba en el medio del mar y no sabía la forma de expresar mi felicidad, solo pensé en descansar y llegar a mi hogar con la felicidad de reclamar mi premio, al cabo de minutos ocurrió una fuerte tempestad las olas habitaban el barco en el que me transportaba aquella noche, mi perro no hallaba más que esconderse, cubrirse del frio los rayos y el agua, solo pensaba en que le podría pasar a él.
Después de lo ocurrido solo pude pensar en mí, ya ni el premio que me había ganado con la lotería me importaba. Perdí mi única compañía que era mi mascota, fue muy difícil afrontar y aceptar que ya no iba a estar conmigo. Pasaron los meses y aun no me acostumbraba a la soledad, en las noches pensaba y me preguntaba, si mi perrito está vivo donde estará? Ya habrá comido?, Y deducía que estaría pasando frio y hambre ya que no iba a ver nadie que lo quisiera como lo quise yo, me siento mal al no haberme importado en el momento de angustia y pensar solo en mi.
Después de los meses, decidí recibir un lindo gato, que mi vecino me había ofrecido una semanas atrás, a medida de los días me encariñe mucho al darle mi cariño intentando olvidar la linda compañía que mi ex mascota me había brindado, y ahora solo me queda pensar y decir que este donde este se encuentre muy bien ..
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