viernes, 30 de septiembre de 2011

UN FIEL AMIGO

Andrés Felipe Castro


Todo empezó una mañana, ahí estaba yo como siempre muy contento de que un nuevo día desfilara ante mis ojos, un domingo que seguramente pasaría con mi amo, (el mejor humano del mundo) él me consiente todos los días, me compra comida exclusiva, y siempre que me enfermo no duda en llevarme al mejor veterinario de la ciudad; pero bueno en fin, la mañana estaba hermosa como para ir de pesca y eso fue precisamente lo que mi amo y yo fuimos a hacer.
Viajamos y viajamos hasta que por fin llegamos al tan anhelado mar, al poco tiempo de llegar, mi amo saco su bote, nos montamos y dimos rumbo hacia donde se hallaban los peces, mientras mi amo pescaba, el cielo se ponía cada vez más oscuro y gris las nubes se amontonaban y se sentía una suave brisa, nos entretuvimos pescando hasta no darnos cuenta en qué momento el cielo se oscureció por completo y desato una tormenta que no podíamos soportar; entonces, entramos a la parte interna del bote donde mi amo un poco desanimado pero con esperanzas revisaba en su computador el numero ganador de la lotería ya que ganar la lotería era uno de sus grandes sueños y yo su fiel amigo compartía el mismo sueño; al cabo de 10 segundos mi amo se quedo paralizado como una estatua y de repente grito con una alegría inigualable, saltaba y gritaba como un niño al destapar su regalo de navidad era algo obvio mi amo se había ganado la lotería y yo con el también celebraba su gran suerte, luego él en su entusiasmo subió a la parte externa del bote olvidando que la tormenta no había terminado y al estar expuesto a tan fuerte viento este le arrebato de su mano el billete de la lotería y al agua fue a dar pero yo no me quede de patas cruzadas salte al mar y con mi hocico lo agarre después de todo soy su fiel amigo y este tipo de cosas hacen los verdaderos amigos, cuando voltee a mirar donde se encontraba el bote me vi solo nada alrededor solo agua y el bote a lo lejos se apartaba recuerdo escuchar a mi amo gritar mi nombre con gran impotencia, cuando ya no vi señal del bote me sentí tan solo que no sabía qué hacer pero luego entendí que darme por vencido no era una opción entonces nade y nade sin parar aun con el billete de la lotería en mi hocico después de todo ese era el propósito para ir a donde mi amo, entregarle el billete de la lotería y hacerlo feliz como su fiel amigo que soy, cuando toque tierra firme no tenía ni idea de donde me encontraba pero si tenía bien claro a donde quería llegar entonces camine y camine a lo largo de valles y ríos ciudades, muchos pueblos y fronteras hasta que por fin reconocí en donde me encontraba había llegado a la ciudad donde mi amo y yo vivíamos, mis patas ya exhaustas y mi estomago hambriento no podían seguir una cuadra mas pero hay apareció un indigente que me dio de su poca y escasa comida y yo alegre la recibí y gracias le di luego de calmar mi hambre continúe hasta llegar a mi hogar muy emocionado subí rápidamente a la ventana de la puerta y mire atraves, ahí estaba el sonriendo y viendo la tele y yo estaba a punto de ladrar cuando vi entre sus manos a otro, a un gato mi amo me había traicionado y cambiado por un gato me sentí tan mal que ni un ladrido hice solo me fui triste y desahuciado, volví donde aquel hombre que muy pobre y generoso me brindo de su alimento, le regale el billete de la lotería ya que él me brindo cuando menos tenia y ahora era mi turno, ahí fue cuando entendí que alguien que te brinde la mano cuando más la necesitas puede ser más noble que el que te tiene solo para satisfacer su soledad.

jueves, 29 de septiembre de 2011

“No todo en la vida es casualidad”

María Alejandra Cañizares Moya.


En un lugar muy lejano donde solo se sentía el viento, tras la brisa del mar, algo extraordinario ocurrió, yo no sabía de lo que se trataba, pero según la felicidad que el irradiaba todo parecía ser muy bueno, y al igual que el muy feliz me encontraba. A pocos instantes de la sorpresa que recibimos, algo inesperado pasó, una tormenta arrasó con todo lo que teníamos, empezando por mí. Después de unas horas, sin saber donde me encontraba, ni el destino que me deparaba, y al ver que ni él ni yo juntos estábamos, empecé con la búsqueda de mi propio destino, obviamente sin perder las ganas y esperanzas de algún día volverlo a ver.
El océano cruce, tras varios días, y algunas noches, naufragando en medio del mar; finalmente tierra pise y lo único que en mi poder tenia era un trozo de papel. Sin saber la importancia que había en ese insignificante trozo de papel, “vaya significante papel”, lo conserve, ya que era el único recuerdo que me quedaba de él.
Me encontré con una cantidad de cosas que en mi vida había visto, gente muy extraña, lugares incómodos, “bueno algunos no tanto”; pero para mí según las circunstancias en las que me encontraba, de incertidumbre, soledad, y sin saber hacia dónde me dirigía, no era nada fácil.
A pesar de todo lo anterior hubo mucha gente que me ayudo, a lo mejor sentían lastima al verme tan desolado y sin rumbo alguno, y sobre todo al saber que un ser vivo como yo no podía hablar, ni expresar lo que necesitaba, que lo único que podía hacer era dejarme guiar por mis instintos. Hubo gente que pensó en adoptarme, unos me miraban con ojos de curiosidad, otros me cargaban y trataban de jugar conmigo, pero para mí eso era nada más que una molestia, ya que yo solo iba por un objetivo, el cual era encontrar a mi amo.
Pase por todo tipo de lugares, algunos, donde, como si nunca hubiesen vistos algo como yo, y otros donde habían muchos como yo, y como buenos defensores de nuestro terreno, tras de mi salían corriendo hasta sacarme del mismo. En ciertos momentos pensé rendirme, estos eran cuando me seguía sintiendo tan solo y tan lejos, cuando atravesaba polos y desiertos, cuando escalaba cumbres y solo con el vacio me encontraba. Un día, presencie algo muy parecido a lo que viví esa tormentosa noche; un barco gigante con el nombre del puerto del que partí ese día; pues sin duda alguna embarque de nuevo, claro sin que nadie se diera cuenta, ya que para nosotros era prohibido. Atravesé otro largo camino marítimo, pero esta vez no naufrague; llegue a donde finalmente quería llegar, ya que mi corazón asi lo sentía. Al caminar por las calles, me di cuenta que este era el lugar al que pertenecía y con el trozo de papel que conserve durante toda mi trayectoria, llegue. Esta vez sí sabía dónde me encontraba puesto que empecé a repasar todos los viejos caminos que solía andar con mi amo; sentía que este era mi sitio, mi lugar. Finalmente me di cuenta, ya que vi con mis propios ojos, que ese lugar otro me lo había robado, pues mi amo se encontraba muy tranquilo y muy feliz acariciando al mismo, como si solo hubiese buscado un reemplazo. Sin que él se enterara de que yo había regresado, di vuelta atrás y a los brazos de alguien, que me brindo ese poco para mí, pero para el mucho de su comida, arrime. Solté de mi boca ese que en su momento se convirtió en insignificante trozo de papel, pero en este caso muy significante, de acuerdo con la reacción y la cara de este pobre y humilde hombre, según su apariencia. Significaba demasiado, y aunque dicen que el dinero no es más que una ilusión, este no fue nuestro caso, no era nada más y nada menos que el billete de la lotería que había acertado en todos sus números, unos cuantos meses atrás.
Mensaje:
Nunca se sabe de quién puedes esperar algo a cambio, pues quienes crees que de verdad te aman te pueden traicionar.
Nombre:

miércoles, 28 de septiembre de 2011

El juego de la Vida

George William Obando Valencia

Aquella tormenta en alta mar cuando la noche era fría y oscura, escuchando el golpe de las olas azotando nuestro barco; fue la que trajo calma a mi vida de perro.
Esa tarde el mar del pacifico era apenas tranquilo, el sol alumbraba y calentaba con intensidad, las aguas mansas en las que emprendíamos nuestro viaje para la pesca milagrosa. De verdad fue milagrosa pues esa tarde Cesar (mi amo) encendió su aparato virtual (laptop) para ver si su billete de lotería coincidía con los números del sorteo millonario, observe que ese trozo de papel con números de dos cifras era muy importante para mi amo ya que lo cuidaba como su propia vida, de repente se avecino una fuerte tempestad; lluvias y vientos que iban en una dirección contraria a la que se dirigía nuestro pequeño bote en alta mar, las velas del barco se enrollaban una sobre otra y las olas enfurecidas nos azotaba como si fuéramos dos guerreros en duelo a muerte. En un instante el billete de lotería salió velozmente por la ventana del barco llegando hasta el mar oscuro y rebelde Cesar en su desespero por controlar las velas enrolladas solo gritaba la pérdida de su pedazo de lotto, me sentí angustiado por ver a mi amo descontrolado, enfurecido, y decidí lanzarme a las olas en búsqueda del trozo de papel que quizás era más importante que cualquier otra cosa en el mundo para el Cesar.
Sobreviví a esa furia de la naturaleza, por tal razón les estoy contando este relato de mi vida que para hacerlo realidad tuve que pasar por muchas dificultades día tras día buscando el lugar en el que encontraría a mi amo esperando en la entrada de la puerta con sus brazos extendidos para abrazar este fiel guardián y amigo que daría la vida por él, al igual que él, por su valioso papel, en mi viaje de regreso a casa atravesé bosques, ríos, lugares desolados, ciudades, países y continentes con el fin de encontrar las paz que algún día me pertenecía. Hasta que por fin después de tanto caos pude apreciar una vez más la bella vista de mi ciudad por lo que sentía que cada vez estaba cerca de mi dulce morada, en el camino a casa me encontré un hombre sentado en el parque, mucho más viejo que mi amo su barba era larga canosa y usaba ropa de indigente, con la mirada dirigida hacia él, me fui acercando poco a poco quizás me llamo mucho la atención ver como este hombre quien me ofreció una migaja de pan se parecía tanto a mi amo. Luego de devorar ese alimento que fue en ese momento la comida mas deleitable que he probado en mi vida continúe con el camino para reencontrarme con todo lo que por tantos meses había esperado. Por fin llegue al lugar; todo parecía igual, la casa en perfecto estado, el sillón de la sala en el sitio que permanecía y ahí estaba Cesar con una sonrisa de gozo como si presintiera que su perro colín estaba de regreso en casa y con su billete de lotería que tanto había él cuidado. Sentía que había cumplido con mi propósito que tanto andar y luchar por el mundo me había dado una gran satisfacción al final, pero al concentrarme en los brazos de mi amo los cuales espere con ansias que estuvieran extendidos hacia mí, me di cuenta que todo no estaba en perfecto estado, Cesar ya había reemplazado el lugar que yo ocupaba en su casa y en su corazón; otro amigo estaba recostado en el puesto que algún día ocupe y mi nombre ya había sido sustituido por el de fénix, el nuevo gato que ahora acariciaba mi dueño .
Triste y vacio di la vuelta hacia el parque donde conocí aquel hombre indigente que llamo mi atención, este ya estaba abandonando el sitio, al verme broto una sonrisa de su rostro con placer de volver a encontrarnos, en ese momento decidí que el billete de lotería con números de dos cifras, por el que Cesar gritaba y celebraba con gran felicidad al compararlo con el sorteo, debía ser importante tanto como yo, para este nuevo amigo. El hombre indigente.

lunes, 26 de septiembre de 2011

LA VIDA TE DA SORPRESAS

MARIA ALEJANDRA RUBIO CARABALI

A veces sin pensarlo tenemos grandes oportunidades y esperanzas que nuestra vida pueda cambiar de rumbo, ese rumbo es el destino de todos los obstáculos que podamos encontrar en el camino. Solo quien sepa hacer las cosas bien y su destino este en su mano logrará el triunfo de sus grandes meritos. Ahora contaré el porque de esta introducción.
En una ocasión viajando por el mar ártico en un barco no muy grande, yo me encontraba en compañía de mi amo, el cual en ese mismo instante revisaba la pagina de internet donde los números coincidían con el billete de baloto que tenia en sus manos.
En pocos segundos ocurrió una gran tragedia donde cambio esta historia, unas grandes olas envolvieron el barco que no era tan grande y este se empezó a balancear y naufragamos. Lo único que me pudo salvar era el chaleco que tenia en mi cuerpo, no se como perdí el rastro de mi amo, pues este siempre estuvo pendiente de mi.
El billete que se había ganado mi amo se encontraba en ese mismo barco y de inmediato al ver esa tragedia me lancé sobre el pudiéndolo rescatar, no se cuentas horas pase nadando, me dolía mucho las manos, pero siempre iba con la idea de encontrar a quien le debía tanto en la vida; pero al fin pude llegar a la orilla del mar, donde al pisar tierra firme empecé a caminar buscando siempre aquella persona que tanto anhelaba ver.
Cuando pise tierra firme viendo las características de la persona y el animal que ahí se encontraba supuse que estaba en la india, me sentía solo, agobiado, con mucha impaciencia al saber que no tenía a mi lado a mi amo. Pasaron muchos meses caminando por esos desiertos perdió sin saber que destino coger.
Una mañana andando por el camino escuche detrás de mi un ruido de un vehículo y en el instante me monte en el, las personas que venían sentadas dentro de este usaban vestimentas que me parecieron de la cultura oriental y con ellos trascendí el camino, más adelante me baje ya siendo de noche continuando la búsqueda de mi querido amo.
Durante el camino observé a un señor arreglando una volqueta y al lado de él una fogata que la utilizaba como luz, al día siguiente veía mucha multitud y pensé que ya por fin había encontrado a mi amo, pero no fue así, la tristeza me invadía más y más al ver que ese gran anhelo no se había cumplido; sentía hambre, miedo, mucha gente me observaba; sin saber que me estaba ocurrido.
Hubo momentos en que personas desconocidas al verme todavía con el chaleco el cual me salvo de esa gran tormenta se quisieron aprovechar de mi, hasta que lograron despojarme de el.
La ausencia seguía, y yo no podía hacer nada, pero nunca soltaba de mi boca el billete de baloto que en meses atrás mi amo se había ganado. Continúe el camino recibiendo muchas humillaciones, desplantes que me colocaban a pensar cuando terminaría esta situación, pero a la vez yo sabia que tenia que seguir adelante ‘para darle la gran sorpresa a mi querido amo.
Fuera de esas humillaciones recibía de la noche lluvia, fría, calor y durante esos días me encontré con enemigos que venían persiguiendo no se si para robarme o matarme el hecho fue que yo pude salir de este percance; pero yo nunca de morder con mi boca el billete de baloto que sentía que en algún momento se lo entregaría a mi amo.
Corría asustado escapando de mis enemigos logrando escalar una montaña donde puse descansar un poco de esos a tormentosos días, transcurrió el tiempo corriendo de un lugar a otro , pasando hasta por desierto que me hacían pensar que estaba en el Zahara, también por montes como el de Everest. Pasando por todos estos lugares vi por fin a personas que me podía dar calor con una fogata que ellos mismos prendieron.
Seguía pasando los meses y yo continua con el baloto en mi boca en búsqueda de esa persona que tanto me brindo, hasta que llegue de nuevo al lado del mar donde observe un gran barco y pensé que esta seria mi salvación, pero en esos momentos muchos obstáculos aparecieron, entre ellos unos hombres que me persiguieron porque no tenia dinero para subirme a el, pero fui muy astuto logrando viajar hasta el lugar que tanto deseaba ósea la cuidad.
Cuando llegue a esta ya venia muy desesperado, cansando de tantas injusticias que me toco que pasar, estando en dicha cuidad me acerque a un hombre que no lucia muy bien, pero que fue la única personas que me tendió en esos momentos la mano ofreciéndome un poco de pan.
Después me aleje de este llevando como siempre en mi boca el billete de baloto y dirigiéndome por fin a la casa de mi amo. Llegando a la casa lo observe por la ventana y sentí mucha alegría al ver a ese gran amo, pero me di cuenta que tenia compañía y que los mismo tratos que me daba a mi se lo estaba dando a ese ser, la verdad yo nunca pensé que esto iba a pasar, pues siempre estuve ilusionado que seria el único en la vida de él.
Me marche sin que él se diera cuenta, para que siguiera con la idea que yo había muerto en esa gran tormenta. Por eso sin más motivos salí en búsqueda de esa persona que fue la única que me brindo apoyo en el momento más difícil de mi vida, y pensé que él realmente se merecía el billete que tenia en mi boca y sin pensarlo 2 veces se lo entregue; proporcionándole una gran felicidad, y desde ese mismo momento este hombre no muy bien vestido se convirtió en mi amo.

“LA VIDA NO ES LA QUE NOSOTROS NOSIMAGINAMOS, EN ELLA ENCONTRAREMOS MUCHAS SORPRESAS; DE DICHAS SORPRESAS VA A DEPENDER NUESTRO MAÑANA”

domingo, 25 de septiembre de 2011

LAS TRAVESÍAS DEL VIEJO PITUFINO

María Camila Gutiérrez


Hace muchos años en un pueblito llamado buga vivió un señor que a diario y constantemente gastaba mínimo $5.000 diarios en el juego de la lotería, estaba muy obsesionado porque era un gran matemático y aseguraba que algún día encontraría el número correcto para ganar la lotería, mucho tiempo después de llegar hasta el punto de alejarse de su familia, viviendo solo en una casa muy alejada del pueblo donde no tenia comodidades y tan solo con la compañía de un lindo loro que hablaba y su nombre era pitufino , el siempre lo acompañaba a comprar la lotería así como también a sus travesías en busca de números y numero y números y mas números … Un día en común y corriente el señor Matías quiso salir hacia el nevado del Ruiz como siempre con pitufino , fueron largas horas de viaje y al fin llegaron cuando de repente vio una pequeña tortuga que tenía un numero escrito en su cascaron, le llamo mucho la atención ya que solo le faltaba un numero para completar la lotería de ese día , y así fue como inmediatamente se dirigió a comprar la lotería , ese mismo día hacia mucho frio , era imposible salir de la cabaña donde don Matías y pitufino se hospedaban así que pasaron 3 y 4 días y no podían salir ; pero don Matías estaba desesperado por saber que números habían caído en la lotería días anteriores y sin pensarlo ni consultarle a pitufino como estaba acostumbrado salió y lo único que había era nieve .. Oh pero que sorpresa no tenía la lotería en sus manos entonces decidió devolverse pero fue imposible porque al salir de la cabaña la nieve que estaba en el techo inmediatamente cayo y cubrió todo, tanto que no se veía nada, solo nieve, don Matías muy desesperado decidió buscar y escavar pero no logro encontrar absolutamente nada y quedo solitario en medio de nieve, entonces partió de nuevo a su ciudad natal buga
Lo que nunca se pregunto el fue ¿Qué sería de pitufino solo en aquella cabaña?, ¿Por qué se rindió tan fácil?;pues aquel lorito quedo encerrado y con la lotería en mano , dos días después cuando la nieve empezó a derretir el gran amor que tenia por el amo lo lleno de fortaleza y salió al pueblito a buscar a don Matías , como era un loro y nadie le prestaba atención era muy difícil que llegara hasta aquel pueblo sin ninguna ayuda , sin embargo a pitufino no le importo salir solo hacia buga , paso por muchos obstáculos los cuales fueron , lluvia , hambre , frio y hasta mas … Hasta que por fin encontró un carpintero que iba para ese pueblo y dijo que lo podía llevar pero que el único inconveniente era que demoraban dos días viajando porque debía hacer varias paradas y por supuesto al lorito no le importo porque lo único que quería era llegar a buga a toda costa y así fue partieron y pasaron por muchos pueblos , el carpintero benjamín le dio comida , dormida y abrigo durante esos dos días de viaje y se porto muy bien con él , cuando al fin llegaron a buga el lorito se bajo desesperado del carro a buscar a don Matías ; al llegar a la vieja casa alejada de todo, se encontró con que el amo cargaba una tortuguita y le daba muchas vueltas buscándole números y números en su cascaron y así lo único que sintió pitufino fue una gran tristeza y decepción en aquel momento salió volando y freno en la mitad del cielo buscando el carro de el señor benjamín , cuando lo vio llego hasta el con los números de la lotería que habían caído siendo ganadores una semana antes , entonces don benjamín lleno de felicidad reclamo su premio y se convirtió en la persona más adinerada del valle del cauca así como también el lorito pitufino se volvió famoso y los dos vivieron felices por siempre …!

El valor de la gratitud

Alexandra Medina

Soy Wilson, soy un french poodle y tengo una bonita relación con mi dueño o más bien mi papá, él me quiere mucho y me lleva siempre con él.
Un día estábamos en el barco de él, era una noche de tormenta y mi papá estaba revisando la lotería y para su suerte los números ganadores coincidían con el tiquete de mi papá, no lo podíamos creer saltábamos de alegría, pero tanta felicidad no duró mucho tiempo, debido a la fuerte tormenta, el viento hizo que el tiquete de la lotería se fuera volando, yo corrí detrás de el y salté al mar para poder alcanzarlo, mi papá salió detrás mío gritando mi nombre pero yo fui más rápido que él , y no logró alcanzarme.
Nadé por mucho tiempo pero logré agarrar el tiquete pero el barco ya no estaba , seguí nadando hasta llegar a la orilla y seguí caminando hasta llegar a mi casa. Fue una larga caminata, pasé por un barrio un poco extraño, muy pobre, y superpoblado, hacia mucho calor y una señora sin querer me echó agua pero fue muy refrescante, después unos niños quisieron jugar conmigo y me quitaron un chaleco que tenia puesto, me libré de ellos tan rápido como pude. Pasé frío, hambre, me sentía muy cansado y triste porque todavía no llegaba a mi casa, buscaba refugio debajo de unas tablas para que me cubriera de las fuertes lluvias.
Después de tanto caminar, pasé por un parque y un vagabundo estaba sentado en una banca, me acerqué a él y me dio un pedazo de grande de pan, me sentía muy feliz ya que estaba muy hambriento, me comí el pan y seguí mi rumbo un poco más contento.
Hasta que por fin llegué a mi casa, me acerqué despacio para darle la sorpresa a mi papi, pero la sorpresa me la llevé yo cuando miré por la puerta a mi papá muy feliz y acariciando un gato, eso fue algo devastador, muy deprimente, mi papá se había olvidado de mi, ya no me quería y prefirió comprar una nueva mascota olvidando los buenos momentos que pasamos juntos. Salí con mi cabecita agachada y caminado muy lento, todavía no lo podía creer, entonces decidí ir de nuevo al parque en donde estaba el vagabundo y para mi fortuna él seguía ahí, y le di el tiquete de la lotería porque él me dio de comer cuando más lo necesitaba, así que me quitó el tiquete de la boca, me miró y se sonrío y nos fuimos caminando para ir a reclamar el tan anhelado premio y desde ese día él me adoptó y vivimos muy contentos.

Un perro fiel a su amo

Yorman Molina


Tobías era un perro como cualquier otro , lindo de físico y mas aun de personalidad, era viernes 26 de septiembre cuando este animalito navegaba como de costumbre en su barco con su amo que lo amaba por encima de todas las cosas, este amor era totalmente reciproco, esa misma tarde pasaban al mismo tiempo dos asombrantes acontecimientos por una parte una fuerte tormenta vestía el hermoso cielo que ya había dejado de existir y por otra parte Joaquín el amo de Tobías revisaba muy concentrado su boleto de lotería el cual compraba todos los días ¿Qué creen que paso? Joaquín con una sonrisa de oreja a oreja exclamo: ¡he ganado por primera vez! Pero no todo fue felicidad, a causa de la gran tormenta Joaquín ve como su boleto ganador se diluye entre sus manos, de inmediato cae en el extenso y abundante mar azul, Tobías valientemente corre tras el boleto, rápidamente su amo exclama ¡no vayas, déjalo ir! pero fue demasiado tarde el perro ya estaba en el mar con la lotería en su hocicó, la valiente mascota nado y nado hasta llegar a tierra ahí triste y solo decide emprender una búsqueda para como de lugar encontrar a su amo de nuevo. Al día siguiente se levanta muy temprano con ánimos de buscar a Joaquín, apenas si salía el sol entre las rocosas y cafés montañas del horizonte, visita china, Alaska , el soleado desierto del áfrica , hasta que finalmente tres días mas tarde llega a un puerto donde habitualmente su amo descansa, el ingenuo perro creyo que ya lo había encontrado, pero tristemente Tobías no huele el rastro de su amo por ningún lado por el contrario recibe insultos de parte de los demás navegantes que residían en el puerto, con hambre y cansado sigue su ardua búsqueda hasta que olfatea un rastro de su amo, por el camino mientras seguia el olor Tobías encuentra un indigente que le brinda comida y agua, lo que lo motiva mas a aún a este animalito a seguir su camino, luego de caminar y seguir olfateando llega a una casa grande y hermosa , ve a su al interior de esta a su amo de in mediato el perro llora de la felicidad pero al mismo tiempo llora de tristeza, frente a sus ojos encuentra una grande y hermosa gata ocupando su lugar, siendo acariciado por Joaquín ¡que triste esto!, con el boleto de lotería en su hocicó se devuelve donde el indigente, le da el aguado papel en agradecimiento y los dos empiezan una relación de amo y perro, finalmente este valiente animal emprende una marcha con su nuevo amo…

¡Nunca imagine, pero así sucedió!

Vanessa Mezu Velásquez

Era mi amo y yo lo amaba, era su mejor amigo todo lo hacíamos juntos, pero la historia fue así. Un día común como todos lo acompañaba a su trabajo como de costumbre, el siempre jugaba la lotería y algún día tenía la esperanza de que se lo ganaría, y así fue mientras estaba en su trabajo revisaba la lotería y de repente se dio cuenta que lo gano, pero que paso no entiendo como sucedió de repente llego una tormenta muy fuerte y destruyo todo, yo quería ayudar a mi amo pero vi que estaba bien, y me encontré con la sorpresa de que el papel donde estaban los números de la lotería la tormenta se lo había llevado, pero entonces que hice me tire al agua y nade hasta encontrarlo, fue difícil pero lo logre, lo malo era que ahora lo había perdido a el pero no me di por vencido nade hasta llegar a la orilla y camine, camine y camine fueron noches muy difíciles lo extrañaba demasiado pero tenía la certeza de que se iba a poner feliz al verme y aparte de que me iba a ver llevaba algo muy importante para él, y fue así como saque mas fuerzas aunque la gente me tiraba agua, y piedras y me espantaba de cada lugar, pero solo pensaba en él y en su felicidad él era mi mejor amigo y sabia que jamás me defraudaría y jamás me buscaría reemplazo.
Sabía que era no fácil pues la ciudad era muy grande para lograr encontrarlo a él, pero olfateé y sabia que con la ayuda de Dios algún día lo encontraría y así fue, después de tantos días y tantas noches difíciles lo encontré me puse muy feliz porque por fin había logrado lo que con tanto esfuerzo y esmero esperaba, pero cuando me asome a la ventana me lleve con una gran sorpresa, ya había otro en mi lugar, ya tenía quien lo consintiera, quien lo acariciara y quien lo acompañara en todas sus cosas, me puse muy triste, llore porque se suponía que solo yo ocuparía ese lugar y que solo a mi me aria todas las cosas que ahora le hace a él, decidí irme era lo mejor entendí que no le hacía falta y que mi esfuerzo no sirvió para nada pero bueno dije si esto paso así fue porque el destino lo quiso, aburrido tirado en un parque sin nada que comer, sin donde acostarme, sin nada para calentarme llego un ángel y me ofreció su mano, en medio de mi tristeza lo único que hice fue recibir su ayuda y le entregue el papel que con tanto amor desee entregárselo a mi amo, el se puso muy feliz me cargo, me dio comida y me llevo con él, desde ahora tengo un nuevo hogar y aunque las cosas no sean iguales el me trata muy bien y me quiere mucho, pero ahora pienso que tal vez nada es para siempre y que así como ahora estoy bien en unos días el se puede olvidar de mi o aburrirse de mí y echarme a la calle, entonces comprendo de la vida que nada es para siempre que los momentos vienen y van que no es bueno aferrarse a nada ni a nadie, solo deseo tener un final feliz, la verdad quisiera encontrar esa persona que este conmigo siempre, que si nos separamos por meses siempre guarde mi lugar y que nunca coloque a nadie ahí, que diga esto es solo de él y este donde este aquí volverá y encontrara su lugar.
Mi nuevo amo no era tan grandioso como el anterior pero me demostraba mucho cariño hacíamos todo juntos y aunque apenas me acostumbraba a él ya lo apreciaba bastante, un viernes en la tarde me encontraba con él en el parque jugando felices como siempre, cuando de repente volteo y lo veo a él, mi anterior amo estaba sentado en esa banca triste, sin nada que hacer y sin nadie con quien hablar me quede mirándolo y dije entre mi ¿será que voy?, ¿qué paso con mi reemplazo?, ¿será que me extraña?, ¿Sera que piensa en mí?, pero volteé y vi a mi nuevo amo esperando a ver cuál era mi decisión entonces dije para que buscarlo si se olvido de mi, si fue fácil buscar un nuevo mejor amigo y ahora ya tengo otra persona que me ofreció su mano sin esperar nada a cambio, porque dejarlo ir, porque abandonarlo si fue él quien me quito mi tristeza y me ayudo en el momento que más lo necesitaba, corrí hacia donde él, le lamí la cara y le exprese ese gran cariño que sentía por él y lo feliz que me sentía de tenerlo a mi lado de saber q no estaba solo en el mundo y que fue el único que se preocupo por mi y logro sacarme una sonrisa de la gran tristeza que llevaba.
Ese día termino y nos fuimos juntos a la casa, sentados en el sillón viendo la tele mi amo recordó que el papel de la lotería debía reclamarlo, y eso hizo al otro día muy de madrugada salimos juntos y fuimos a reclamarlo era demasiado dinero y el era una persona humilde que aunque no viviera muy bien no le faltaba nada, entonces compro comida y cosas necesarias y fue al parque donde sus amigos y les repartió a cada uno una parte de todo el dinero que se había ganado eso me lleno de mucha emoción aparte de que tenía un amo que me quería mucho era de muy buen corazón porque pensándolo bien no cualquiera que se gane la lotería va y le reparte a sus amigos el dinero que se gano, pensé, reflexione y dije aunque no se cómo valla a terminar todo más adelante me siento feliz y orgulloso de que allá sido él quien me allá encontrado y me allá tendido su mano, pero más orgulloso me siento de a verle entregado ese papel ganador y darme cuenta que en el mundo si existen personas sinceras y de buen corazón.

Jhon

Tymothy Gómez

Jhon es un pescador, que vive solo con su perro, ya que su esposa lo abandono hace 10 años por que no sentía el amor que el le había ofrecido el día de su boda.
Un día Jhon en un viaje típico por el mar, sea acordó d un boleto de lotería que había guardado poco antes de zarpar, el lo cogio de nuevo y comenzó a verificar su suerte con su computadora portátil, al comprobar que el boleto que tenia era el ganador , se emociono, ya que su suerte por fin estaba cambiando, de un salto abrazo a su perro que siempre había estado junto a el desde que su esposa decidió abandonarlo, mientras abrasaba a su única compañía lloraba sin preocupación, pero lo que Jhon no sabia es que su serte volvería a cambiar, unas horas mas tarde comenzó una ligera lluvia a la que Jhon no presto atención, pero de un momento a otro, se convirtió en una tormenta, que no pudo controlar ya que tenia las astas de su barco y sus sogas sueltas, con preocupación salio de su habitación dejando todo sin una correcta protección, la puerta de su cuarto quedo abierta, pero lo único que le importaba a el en ese momento era salvar el barco para que el y su perro pudieran seguir juntos.
Mientras Jhon trataba de controlar dos de sus sogas, vio como por su rostro volaba un papel, muy pequeño y peculiar, al cual no le pudo dejar de prestarle atención, fue justo en ese momento que se dio cuenta que era su boleto a la gran vida, desesperado comenzó a gritar como si alguien lo escuchara, pero solo fue un reflejo que tuvo en ese momento ya que nadie estaba junto a el, o por lo menos así iba a terminar su viaje, ya que desilusionado mientras veía como su boleto se iba perdiendo en el mar, su perro el único amigo de hace mucho años, se lanzaba hacia este sin preocupación pero con mucha agilidad, Jhon impresionado por lo ocurrido comenzó a gritar soltando las sogas a las que tanto esfuerzo les había dado, ya que tenia la esperanza de encontrar a su perro junto al barco y así poder salvarlo, pero sin éxito lo único que vio fue el agua agitándose con fuerza hacia el, triste por este suceso lo único que pudo hacer fue, volver a tomar las sogas y tratar de arreglarlas, pero solo lo logro cuando la tormenta cedió.
Al llegar a puerto, despreocupado por la venta que pudo haber hecho, por su tan largo recorrido, solo pensaba en su amigo, ya que ni siquiera pudo pescar un atún.
Jhon volvió a su casa, triste y desconsolado, simplemente a llorar, desde ese momento era lo único que hacia desde que su gran tragedia en el mar ocurrió, paso mucho tiempo, con su tristeza y llanto, y sus únicas noche mas alegre eran cuando soñaba que su perro volvía a casa, pero se desvanecía con la silueta de una mujer alejándose en el horizonte.
Un día una vecina, amiga de la universita preocupada por que Jhon no la avía vuelto a saludar es mas no lo había vuelto a ver, como era de costumbre para ella, cuando llegaba de trabajar, fue a su casa con el pretexto de que cuidara a su gato, al llegar vio a Jhon en una apariencia espectral, ya que ni lo había podido reconocer a primera vista, temblorosa y apenada por lo que sus ojos percibían, no se atrevió a preguntarle que era lo que le ocurría, solo pudo pedirle con una voz suave que cuidara su gato por un tiempo ya que tendría que dejarlo solo por esa noche, ella no espero a que el le respondiera ya que ni siquiera la estaba mirando, así que sin decir mas solo se dio la vuelta y se fue.
Jhon observaba al gato de su vecina, era muy calmado y sumiso, no le recordaba en nada a su perro, decidió ver un poco de televisión para calmarse, con temor de volver a perder a un buen amigo, puso al gato junto a el mientras lo acariciaba, fue en ese momento que se perdió en uno de sus recuerdos, cuando veía televisión con su perro, fue un momento muy feliz para el, y su primer sonrisa sincera desde hace mucho tiempo.
Viendo televisión escucho un ruido en su ventana, se asusto mucho, pero fue a ver que era, al llegar a su ventana, solo pudo observar su jardín vació, triste miro al cielo por un rato, y al ir bajando su mirada, vio como su sueño se hacían realidad, fue cuando su llanto volvió sin precaución, y sin saberlo, su perro se alejaba de nuevo.

Narración del video

Silvana Rodríguez


Y allí estábamos los dos, mi mejor amigo y yo, viajando a través del océano…Todo andaba muy bien, el sostenía una pequeña hoja de papel y parecía bastante entusiasmado, yo me limitaba a observarlo…
Repentinamente las cosas se complican, la furia de una tormenta marina nos invade y de paso se lleva con ella la misteriosa hoja de papel que hacía tan feliz a mi amigo…Pero yo, no estaba dispuesto a permitirlo, así que me fui tras ella…
Ahora me encuentro solo, a la orilla del mar, recuperé la hoja de papel pero perdí de vista a mi querido amigo…
Dispuesto a regresar a casa junto a él y llevarle de vuelta su preciada hoja de papel, emprendo mi viaje, el miedo no me detiene y la distancia menos; con la seguridad de que mi corazón me guiará hacia él y me enseñará el camino, atravieso miles de kilómetros, lugares desconocidos, tierras que nunca he visitado antes, bajo el sol caluroso o hasta el frio tenebroso; pero nada de esto importa, porque se que en poco tiempo estaré junto a él…
Por fin ha llegado el momento, veo mi hogar…y allí está el, mi querido amigo…
Pero parece que ahora tiene un nuevo amigo, un nuevo compañero, no me necesita más…Así que me retiro, pero no esta tan mal, porque ahora yo también he encontrado un nuevo amigo

¡Un encuentro muy triste!

Sharon parra

En una tarde muy soleada, cuando viajaba con mi dueño, en un barco en el mar, de agua color azul oscuro, con unas olas muy suaves y su sonido me relajaba mucho.
nos encontrábamos mi dueño y yo, dentro del barco sentados, él frente al computador revisando los números de la lotería, él susurraba, 06,12,13,16...... cuando de repente coge su boleta y pega un grito de felicidad "si, si" gritaba él, me agarro y celebramos juntos, al anochecer nos hizo una tormenta, de vientos muy fuertes y olas grandísimas que parecía que nos quisieran comer.
mi dueño se encontraba con su abrigo impermeable afuera, intentando controlar el barco para que no nos fuéramos a voltear. yo me encontraba en la parte de adentro con mi flotador puesto, vigilando que todo estuviera bien, más que todo pendiente de la lotería, cuando de repente hizo un viento fuertísimo, el barco se movió de un lado al otro y la lotería que estaba debajo del computador se logro escapar y el viento se la llevo, yo muy valiente me salí por una ventanita, por la misma por la que se voló la lotería, para ir detrás de ella, mi dueño preocupado porque yo me lance al mar el alumbrando con su linterna me decía que no lo hiciera, pero yo seguí detrás de ella porque esa era la felicidad de él.
yo nade y nade hasta que llegue a la orilla del mar con la lotería en la boca, y muy mojado, ya había amanecido y estaba lloviendo, al levantar mi mirada, veo a una señora de vestido largo y de una apariencia que no se me hacía muy familiar, al lado de ella se encontraba una vaca blanca, muy flaca, y cabizbaja, tenía una mirada triste ya que se encontraba amarrada.
todo era muy diferente, entonces, allí fue cuando me di cuenta que me encontraba lejos de casa.
pero, mi propósito era llegar a casa a entregarle la lotería a mi dueño, así que seguí mi camino.
en mi recorrido me encontré con unas personas muy amables que me llevaron en su chiva, todos eran de piel oscura, unos con trapos en la cabeza y otros no.
luego llego la noche, pero aun así yo seguí mi camino sin parar, me encontré con un señor que estaba arreglando su carro al lado de una fogata, y yo seguí con mi lotería en la boca.
al día siguiente entre a un pueblo, habían muchas personas y todos me miraban, al pasar por un barrio se encontraban unos niños jugando, al verme decidieron jugar con migo al avión ya que mi flotador lo permitía, después de un rato me lo quitaron, ellos siguieron jugando, y yo seguí mi camino con la lotería en mi boca aún.
al pasar por otro barrio había una señora que s encontraba sentada en un muro y ella, no sé porque, pero me lanzo un baldado de agua, yo arranque a correr para que no me fuera a lanzar otro.
al llegar la tarde comenzó a llover y me metí a un hueco que había por ahí, cuando escampo yo seguí, y en el camino unos perros no muy amigables, me persiguieron furiosos porque sabían que yo no era de haya y como pude me escape.
al anochecer, ya cansado busque un refugio para intentar descansar un poco, me eche en una tabla, puse la lotería debajo de mi pata para que no se me fuera a volar. ¡y, a dormir!.
al amanecer cogí la lotería seguí, cruce el desierto, por cierto muy caliente, luego llegue a la cima de una montaña donde pude observar un paisaje muy hermoso, pero no sabía muy bien para donde coger, igual seguí, pase por un bosque lleno de nieve, hacia un frio aterrador pero ni eso logro impedir que yo siguiera mi camino, luego ya llegue a tierra, todo ya verde muy lindo, y me encontré con unas personas que estaban trabajando y tenían un aspecto de chinos, seguí, me detuve y vi pasar el tren, anocheció y yo seguí, ansioso de ver a mi dueño.
al amanecer me encontré con un barco grandote que se llamaba PRINCESS AROHA y me monte allí porque sabía que este me llevaría a casa, unos señores al verme se enojaron y uno de ellos me persiguió, pero yo no me deje agarrar, al llegar a la orilla me baje y salí de una para mi casa, al pasar por el parque, estaba un señor de pelo gris, barba larga, tenía un saco color negro y un pantalón café, el se encontraba sentado en una banca del parque, y el muy amable me ofreció un pedazo de pan, yo, muy contento puse la lotería en el piso y se lo recibí, al terminármelo cogí de nuevo la lotería y seguí mi camino, estaba muy contento porque había comido algo e iba a volver a ver a mi dueño después de tanto tiempo.
al llegar a la puerta de la casa mi colita se movía de felicidad, vi a mi dueño sentado viendo tele muy contento y mi corazón saltaba de alegría.
pero, alto, algo no andaba bien, su mano la tenia hacia un lado por fuera de la silla, baje mi mirada y me encuentro con que en mi camita había un gato y mi dueño lo estaba acariciando, en ese momento comprendí que me habían reemplazado.
un sentimiento de tristeza invadió mi alma, así que decidí que él no merecía todo el esfuerzo que hice por él para entregarle la lotería, entonces me acorde del señor del parque y decidí ir a buscarlo, le puse la lotería en el piso y el sonriente la recogió, la miro y al darse cuenta que era la ganadora se puso muy feliz y fuimos a reclamarla.
el me acepto como su amigo y vivimos muy felices.

¿VIDA VIEJA O VIDA NUEVA? VIDA NUEVA.

Melissa Gómez Conde

El océano con sus olas azulosas danzaba lentamente alrededor del brilloso sol color oro tierra, dejando a la vista un pequeño barco con velas grandes y blancas pero más allá de su exterior el barco contenía un pequeño tesoro, más pequeño que el barco mismo… un perrito, un perrito de raza snowser de tamaño mediano, peludo, bigotudo y parecía que tuviera zapaticos porque sus patas eran recubiertas por pelitos largos totalmente marrones con una manchototooota negra, en su cuerpito tenía un tipo de camisa gris con forma rectangular, eso quería decir que no vivía solito a mitad de alta mar.
Entre 50 y 55 años de edad tenía su amigo humano, alto, gordito, de pelo castaño con partes canosas, bigotudo y barboso. Convivían el día a día dándose compañía mutua.
¡El día!, llego el día en que daban los datos de la lotería y los dos juntos empezaron a ver mediante el ordenador los números de la serie que salió ganadora. 16, 29, 32… ¡ganaron, ganaron! Atrapados por la emoción fueron a celebrar acompañados de gritos y aullidos.
Llego la noche y todo se complicó, el océano los atrapo más fuertemente dejándolos sin salida alguna y la poca luz que les brindaba la luna no era suficiente para calmar la marea y dejar que todo pasara.
El fuerte viento y el movimiento de las altas olas no los dejaba trabajar correctamente, sobre todo al acompañante que trabajaba y trabajaba para que las velas no cambiaran de sentido y no los llevara a lugares remotos. Cada vez la situación más dura se colocaba y el viento no cesaba, se movían de lado a lado a la par del barco y el interior de este se revolcaba sin dejar nada en su lugar mientras los números de la lotería bailaban, sin más el viento los acorralo llevándoselos lejos del barco pero el perro muy astutamente y fiel al amigo se fue detrás del papel dejando atrás al barco y sin compañía alguna para el señor.

A la madrugada el perrito llego a tierra con el papel en su hocico, las olas descansaron del mal humor de la luna, más sin embargo chispeaba y chispeaba.
Alzo la mirada y se encontró con una mujer, parecía india, de pelo negro, largo, un vestido de colores verde, azul y al terminar el vestido solo era rojo, con los pies descubiertos dejándolos acariciar del mar y un palo que lo sostenía como bastón. Ella estaba acompañada de una vaca amarrada a un palito, grande y gibosa con cuernos y color beige.
En ese momento el perrito entendió que estaba muy lejos de su compañero y que le esperaba un largo viaje más, pero eso no le ocasiono ningún disturbio.

Caminaba y caminaba y por el camino se encontró con una chiva llena de hombres color negrito con sus tulas y trapos, estos pararon en el camino y le permitieron al perrito acompañarlos hasta la ciudad.

A la noche llego a la ciudad y siguió su camino sin compañía, sin comida, sin posada, nada, solo pensando en su amo.

Más, más y más ciudades llenas de personas con sus mercancías, bicicletas, coches y demás objetos necesarios para conseguir el sustento diario. Lo veían pasar, solito, sucio y con el papel aun en el hocico, pero unos cuantos niños no se quedaron con las ganas de jugar con él y quitarle su camiseta rectangular, pero él no se detuvo, siguió y siguió por más agua que le tiraran, le robaran su camisita, y lloviera, siguió. Inclusive siguió y más rápidamente cuando unos perros no dejaban de seguirlo aunque perdido quedo… pero esto no fue una muralla para no seguir, la guerra no le gano, el amor perduro y caminaba y caminaba.
El cansancio se desvanecía cuando llegaba a lugares remotos que le daban algo de seguridad para poder conciliar el sueño y recordar a su amigo fiel, sin dejar de recordar los números que lo llevarían a un mejor hogar.

Al desierto llegó y los camellos también, al igual que la belleza que nos brinda la naturaleza de ver campo verde y montañas alrededor, pero no se dejó distraer por mas maravillas que veía al pasar. Mientras el tiempo transcurría el clima cambiaba y por más calor y frio que seguía y seguía, la nieve no lo durmió y la impresión de los aldeanos chinos no lo asustaron.

El tren lo amordazo pero no vio problema por sentarse acompañado de unos jóvenes y una fogata mientras el tren le dejaba el camino libre.

Los días y las noches, las semanas y los festivos, los meses y… los meses, no lo desconcertaban, seguía.

¡Vio un barco, vio un barco! ¡Llego a la ciudad, a su ciudad, a su hogar! Menos, se iba a rendir, más ganas de ver a su amigo humano le daban. Sin dejar que nadie lo molestara corrió y corrió pero, ¡stop! Un poco de comida no le caería mal. Le hizo compañía a un viejito, un viejito sin hogar, de la calle, sin compañía y este le regalo un poquito de pan y así con la barriguita algo llena y el espíritu reconfortado llego a su humilde morada, se posó en la puerta y observo al señor sentado en su sillón, en la sala y viendo la televisión, pero… ¡Espera! Que tenemos aquí, la mano esta afuera del sillón como si tocara o acariciara algo, un, un, un ¡Gato! ¿Qué es esto, que está pasando? El perrito no entendía. La tristeza invadía su pequeño rostros y las lágrimas no dejaban de asomarse a sus ojitos, la noche, el viento y la luz de la luna no fueron su mejor compañía pero tampoco su peor pesadilla ya que había pasado noches enteras dándole las manos a estos dos seres de la naturaleza.

El sol empezaba a salir y los rayos lo despertaron recordándole que había otro ser en el parque solo, sin compañía, sin hogar, sin comida y con frio al igual que él. ¡El viejito del parque!, ¡El que le regalo el pedacito de pan! Ese, ese, el de abrigo negro, pantalón y zapatos grises, el peludo de pelo negro, barbas marrones y de bigotes canosas. ¡Ese!

Corrió y corrió y corrió, pensando en que de pronto no lo iba a encontrar donde ayer lo vio y… ¡Zap! Hay lo hayo. Parándose de su cama, la banca del parque, para empezar el nuevo día. Al darse la vuelta lo primero que vio fue a ese lindo perrito otra vez a su alrededor y en ese momento el perrito dejo caer de su hocico los números de la vieja lotería, pero por más vieja que fuera seguía vigente porque nunca se reclamó, así que ese mismo día un cuento termino y otro empezó.

DULCE DECEPCIÓN

MARÍA CRISTINA CASTAÑEDA CHACÓN


DULCE – Mascota protagonista – Soy una perrita fiel y demasiado tierna, de once mesecitos caninos; dedicada a mi amo las veinticuatro horas del día (defendiéndolo a capa y espada de cualquier peligro).
Una tarde soleada como cualquiera en altamar; Francisco y yo navegábamos en su yate nuevo; mientras revisaba y tomaba nota de los resultados por internet de la lotería que había comprado, observaba detenidamente cómo tecleaba el computador e imaginaba si yo pudiese utilizarlo algún día. De un momento a otro me desconcentraron sus gritos de festejo por haber acertado todos los dígitos de su billete (se ganó la lotería).
Al anochecer una fuerte tempestad acabo la calma de mi dueño, provocándole un colapso por los intensos vientos y la lluvia que hacían volar y mojar todo lo que estaba dentro del yate; veíamos salir como cometas o mariposas: recibos, facturas, comprobantes y muchos papeles más. De pronto, se percata que entre estos estaba su lotería; no le importó el diluvio que cada vez aumentaba, ni el frio intenso, ni la seguridad misma de ambos. De un grito me manda a traérsela, sin ningún reparo accedí, estaba preparada para nadar en tiempos difíciles, como en esta ocasión y equipada con un salvavidas aferrado a mi cuerpo.
Al cabo de unas horas escuchaba su voz cada vez más lejana que me llamaba desesperadamente, pero en ningún momento volví a saber de Pacho, hasta que naufragando toda la noche logre retomar unas pocas fuerzas para nadar en el día y así logré llegar a la orilla. Cansada y confundida por no encontrar a mi dueño, ni a su yate, con la mirada detallé todo lo nuevo que se encontraba a mí alrededor; sin soltar la lotería de mi boca. Nunca me había separado de mi amigo, padre y amo; tenía que luchar por cielo, tierra y mar hasta encontrarlo. Convencida que también él estaba ansioso de hallarme.
Al atardecer, un poco exhausta de caminar logré subir a un bus con unos musulmanes hasta llegar a la galería del pueblo y allí continué mi camino en mis cuatro patas.
Al cabo de las horas, pase en medio del juego de unos niños, quienes me quitaron el salvavidas y continué mi caminano, soportando el desprecio de muchas personas por lo sucia (ya no era una princesa schnauzer de color negro con rayitos blancos, sino una simple callejera).
Pero, pudo más el amor hacia Pacho que mi vanidad femenina, las inclemencias del clima, los obstáculos de días, atravesé ciudades, pueblos, veredas; pase en medio de escombros, donde me toco dormir. Cada minuto crecía más mi desespero al pensar en el sufrimiento tan grande que estaba pasando mi dueño buscándome, si juntos nos amábamos tanto y a pesar de las peleas éramos uno solo, lloré porque él también estaría llorando; divagaba de un lugar a otro, triste y compungida más por el dolor que estaba sintiendo mi dueño que por el mismo que yo estaba sintiendo. Atravesé desiertos, montañas, heladas, campos, trenes; hasta que por fin llegué a la ciudad donde llegaban las embarcaciones, acercándome cada vez más a mi lugar de destino (la casa de mi amo).
Hasta ese momento, no me había importado el hambre que pasé por días y mis fuerzas ya fallecidas, mis ánimos al igual que mi corazón los llevaba en la lotería que en ningún momento mis colmillos soltaron, solo los pocos minutos en que dormí; pesaba más el saber qué pensaría mi amo de mi cuando me viera darle la sorpresa de la lotería, que ni las ampollas que tenía en mis paticas por caminar en terrenos desconocidos y largos días sin descanso.
Llegando al parque de mi barrio encontré a un señor de la calle que me causo curiosidad y me acerque a él, ilustre y sonriente me detallo completamente y compartió lo poco que tenia para comer conmigo, sin importarle si yo tenía dueño o el peligro que en mis precarias condiciones “representaba para él”. Conmovida por tan generosa acción de su parte le agradecí con la mirada; tome la lotería y continué mi camino, con más ganas de ver a mi Pachito, descansar y terminar con toda esta travesía.
Al fin, a unas cuadras percibí la hermosa casa blanca donde crecí, donde jugaba con mi dueño; aumente la velocidad y el fervor de reencontrarme con mi Pacho.
Emocionada me asome por la ventana y “Eureka, lo encontré..”, en perfectas condiciones, mirando la tele sonriente como todos los domingos cuando juntos lo hacíamos, lo único malo es que esa felicidad que yo le daba la remplazo con una gata. En tan corto tiempo se olvido de mí, no lucho por nuestra amistad, “él sabía que yo daba mi vida por el” y para la muestra de un botón fue mi travesía (el sacrificio de lo que fuese para volverlo a ver y entregarle su regalo), “lástima que yo no signifique lo mismo para él”.
Anonadada, con el corazón destrozado, las ilusiones muertas y el ego tres metros bajo tierra, me regresé al parque donde había visto al hombre de la calle y le entregué la lotería que me acompaño todo el tiempo en mi viaje innecesario o quizás necesario para saber cuánto le importaba yo a mi dueño.
En fin, el señor desconocido se agacha y la levanta del piso, mientras con una sonrisa me demuestra su gratitud y me permite acompañarlo en su incierto recorrido. Pero lo que más intriga me causó fué su gran corazón que da todo sin esperar nada a cambio y despreocupado por lo terrenal… Desde ese momento le Ofrecí mis servicios y todo mi corazón… “El que reconstruiré a su lado poco a poco”…

Después de todo ¿Eso es un gato?

María Camila Castro

Todo comienza una noche en el barco de mi amo; mi amo era el mejor hombre del mundo y hacíamos todo juntos, siempre que iba a navegar en su barco me llevaba, hasta esa noche, una noche oscura y fría, estaba con mi amo cuando mi amo empezó a gritar y brincar mirando un ticket, me sorprendí y justo en ese momento el barco empezó a moverse muy fuerte, mi amo olvido todo pero al sorprenderse tenía un ticket que lo miraba al brincar, yo decidí cogerlo ya que pensé que era muy importante para él, así que lo cogí mientras el subía rápido a intentar tener el control del barco, ya que empezó a llover muy fuerte y el barco podría voltearse, decidí subir a intentar cuidar a mi amo, pero en un movimiento muy brusco el barco me tumbo y caí al mar , la marea me llevo ya que estaba muy fuerte debido a la lluvia.
Pasaron las horas y empecé a nadar y nadar, tenía mi chaleco salvavidas que me mantenía a salvo y a pesar de las olas y el frio siempre con el ticket en mi boca. Nade hasta el amanecer y llegue a una isla, muy mojado y cansado decidí caminar hasta la casa de mi amor que eran varios kilómetros lejos, yo creo que varias ciudades de distancia, pero a pesar de la larga distancia yo quería llegar y entregarle su ticket que le causo tanta felicidad y poder encontrarme de nuevo con él.
Empecé a caminar y caminar pasaba varios lugares diferentes, con personas diferentes, en algunas partes me miraban feo y me trataban mal, como si fuera el peor ser del planeta y no tuviera sentimientos, me espantaban o me tiraban cosas.
Tuve muchos días diferentes en algunos llovía, otros hacía calor, pasaron días y noches yo durmiendo en la calle y caminando sin parar, mi pelaje se puso feo y sucio ya que nadie me ayudaba y no tenia alguien que me ayudara a limpiarme o peinarme para estar limpio y fresco, pero a pesar de las circunstancias no me rendía y nunca soltaba el ticket de mi boca, sabía que este había causado mucha felicidad en mi amo y quería volver, pasara lo que pasara, para devolverle el ticket y compartir la felicidad con él.
A pesar que siempre pasaba por donde miles de personas nunca me alimentaban y me echaban como un bicho raro, pero hubo en una sola parte un mendigo que decidió compartirme un poco de su comida ya que vio mi estado y decidió ayudarme, nunca olvide eso y seguí mi camino, hasta que logre llegar a casa, me llene de felicidad, entre corriendo con el ticket en la boca, cuando ¡oh sorpresa! E encontrado a mi amo con una nueva mascota ¡un gato! Yo siendo siempre, su mejor amigo, su perro fiel y pasar todos esos obstáculos para darle felicidad y llegar a verlo con mi peor enemigo un gato, decidí irme e ir donde alguien que de verdad me valorara y quisiera compartir conmigo todo, así que pensé en el mendigo que me alimento y entregarle el ticket que tanta felicidad le dio a mi amo al verlo , de pronto al mendigo le daba felicidad igual que a mi anterior amo, y así fue, le dio mucha felicidad y decidió seguir conmigo en su camino… aunque nunca supe que tenía el ticket, sé que a mi nuevo amo también le causo felicidad y me acepto con él, y empecé un nuevo camino en mi vida con un nuevo amo , que logre hacer feliz y logro hacerme feliz.

CUENTO

María Alejandra Restrepo


Lucky dog es mi nombre y les voy a contar porque, soy una mascota, la mascota mas amada que podrían llegar a conocer tenía una vida hermosa, días de muchos huesos, comida por montón, mi amo me mimaba, yo era como un hijo para él, pero todo esto no duro para siempre. Un día como cualquier otro, mi amo y yo nos levantamos muy temprano y decidimos emprender ese viaje con el que habíamos soñado durante tantos años, preparamos las maletas y nos dirigimos al muelle, al llegar ahí quede perplejo al observar el barco que mi amo había comprado y al imaginarme que sería mi hogar por un largo tiempo, de un brinco me subí y me dispuse a emprender esta aventura, navegamos durante mucho tiempo sobre el vasto océano, de repente un día sucedió algo que sin saberlo cambiaria mi vida totalmente, mi amo ese 6 de octubre se gano la lotería, estábamos tan emocionados que no lo pensamos dos veces en cambiar el rumbo y volver a casa, navegábamos y navegábamos, pero una noche todo cambio, mientras luchábamos contra una fuerte tormenta, el billete ganador salió volando y cayó al mar, yo no lo pensé ni un instante, me lancé tras él y lo agarre con mi boca , pero la tormenta era tan fuerte y estaba tan oscuro, que en un abrir y cerrar de ojos me encontraba solo, así que nade y nade hasta llegar a la playa, con el billete ganador en mi poder y todos esos sueños e ilusiones que mi amo tenia, emprendí un largo viaje en su búsqueda. Pase días y noches, solitario en las calles sin comer y sin dormir, pasaba por muchos lugares, acompañado solamente del billete ganador. Un día caminaba por el parque y un viejo muy amablemente me ofreció de su comida, esta persona se notaba que vivía en la calle que no tenía hogar, ni familia yo estaba que moría de hambre así que lo acepte y me marche. Después de tanto buscar logre llegar a la casa que alguna vez fue mi hogar y ahí estaba él, sentado en su sillón preferido viendo televisión, me llene de tanta alegría porque iba a estar de nuevo con él, además había recuperado su billete ganador, por mi mente pasaban tantas cosas maravillosas que quedaron en el olvido al darme cuenta que tenía a su lado una nueva mascota y que ya me había olvidado. Fue creo que el peor momento de toda mi vida, hasta ahí habían llegado mis sueños, muy triste di la vuelta y me marche, mientras caminaba por mi mente solo pasaba la imagen de la persona a quien mas había amado, acariciando a otra mascota que no era yo, recordé a aquel viejo, no sé porque, pero a mi mente llego esa persona que anteriormente me había tendido la mano y decidí que el merecía más que nadie ser el ganador de la lotería, fui a ese parque le entregue el billete y me marche junto a él.

LUCKY

Luisa Fernanda Valencia Toro


Era una tarde muy asoleada en la que viajaba con mi amo, él estaba enfrente del computador revisando el boleto de la lotería, al terminar de ver el último número se dio cuenta que la cifra era igual a la del boleto ganador que tenía en las manos, en ese instante se llenó de mucha alegría y me abrazo, pero de repente el cielo se oscureció y se provocó una fuerte tormenta, en ese momento mi amo asustado me cogió y me coloco un salvavidas, pero en un abrir y cerrar de ojos ya no me encontraba en el barco ni con mi amo, por lo tanto estaba saliendo del mar y me sentía muy inseguro no sabía en donde me encontraba y no me hallaba lo único que me acompañaba era el boleto de la lotería y el salvavidas que me había colocado mi amo, cuando terminaba de salir del mar seguí caminando buscando un rumbo que me llevara al lugar donde estuviera esa persona que cuidaba de mí; pase por muchos lugares donde habían muchas personas que desconocía, perros que me perseguían y unos niños que jugaban, pero que al verme me cogieron y me quitaron aquel salvavidas que mi amo me había colocado en aquel momento, pero aun así seguía con el afortunado boleto ganador. De repente pasaba por un parque en el que se encontraba un anciano que habitaba las calles, me miro y me dio un poco de su pan, termine de comer y cogí de nuevo el boleto que me había acompañado todo el tiempo. Seguí mi rumbo hasta que encontré la casa donde vivía mi amo y yo, pero al observar por la ventana lo vi sentado en el sofá y se veía muy alegre acariciando su nueva mascota, un gato. Mi corazón se llenó de desilusión y de tristeza decidí buscar un nuevo camino, cuando de repente me encontré aquel anciano que me había dado de comer, al verlo fijamente a los ojos solté mi boleto para que él lo recogiera, al levantar el boleto sonrió al darse cuenta que era el boleto ganador, en ese instante nos fuimos caminando y sentí que él se había convertido en mi nuevo amo y amigo.

ESE PAPEL, EL IMPORTANTE

Lorena Dumancelly Salazar

Una mañana del 3 de julio estaba con Alfonso frente al laptop revisando un papel, que la verdad no entendía que significaba, pero por lo que sucedió ese día supe que era muy importante para él y presentí que ese día nuestras vidas iban a cambiar.
En la noche nos sorprendió una tormenta, pues íbamos en el barco camino a casa, cayeron rayos, era una tempestad horrible, el mar estaba enardecido; Alfonso lo primero que hizo fue ponerme la camisa que no permitía que yo me ahogara. Intentamos poner en orden al barco pero fue imposible; cuando de repente el papel salió volando y mi amo me dijo que lo recogiera que lo trajera rápido o lo cuidara con mi vida. Con tanta oscuridad me fue imposible regresar al barco, la lluvia y el vaivén de las olas me llevaron lo más lejos del barco arrastrándome a una orilla, todo se torno oscuro y cuando desperté se encontraba frente a mi, una vida desconocida. así que decidí emprender el viaje en busca de mi hogar, primero camine un rato por la orilla del mar, llovía; avance por un largo camino que parecía un túnel sin fin, escuche ruidos como de un monstruo gigante que cada vez se acercaba mas, yo temeroso de ello pero preparado para luchar, me voltie y vi que tan solo era un bus, las personas me recogieron y me montaron sobre el bus, dije dentro de mi ¡Oh gracias¡, aunque no se cuanto, si se que me están ahorrando camino, así que seguí caminado, fueron muchos días y noches corriendo y abrigándome bajo la noche fría y húmeda que sostenía al mundo, camine por muchas ciudades y mi mente solo me repetía esa frase: “April cuida de este papel que será nuestra gloria” ansiaba llegar ya, verle su cara entregárselo, cuando de repente sentí que ¡Mierda!, me han echado agua, así que mis pensamientos fueron mojados y dañados como cuando introduces el azúcar en un vaso con agua, que todo se desvanece y no queda ni rastros de lo que era.
Sentí que tal vez debería quedarme durmiendo esa noche en una casa abandonada de madera que encontré, pero no fui capaz, no quería fallarle Alfonsito, así que saque fuerzas de donde no tenía y de nuevo al ruedo, fueron pruebas muy duras las que tuve que pasar: niños molestando, lluvia, frio, personas con ganas de comerme y yo sentía demasiada hambre, tanta que donde yo misma hubiera estado caliente me había devorado insofacto.
Entre tanto caminar y caminar, vi a lo lejos un barco Salí corriendo, vi su color y me era familiar, corrí desesperado, pero cuando llegue me di cuenta que ese no era el barco de mi amo, fue una simple alucinación, y de nuevo estaba donde había comenzando, en la nada. Mi terquedad y yo seguimos oriundos caminando, algo dentro de mi me decía que debía seguir adelante, que no me rindiera pues faltaba poco. Pasando por un parque había un hombre sentado en una banca, no vestía bien ni tampoco olía nada agradable, pero quién era yo para ponerme a juzgarlo si creo que lucía igual o peor a él, pero sorpresa el hombre extendió su mano y me regalo un trozo de pan, entonces mi instinto dijo que así por fuera se viera mal, por dentro era un gran hombre, era una buena persona. Recibí el pan y sentí una magia caer sobre mí, sentí claridad y pude ver la luz en medio de ese túnel por el que caminaba, recordé donde quedaba la casa, así que Salí feliz para donde Alfonso. Llegue a mi casa ¡Al fin! Camine feliz por las escaleras de la puerta principal, me dispuse a entrar cuando de repente veo la cara de él, estaba feliz veía televisión nada le perturbaba y debajo de su mano se hallaba un maldito gato, y pensé: que golpe tan bajo, el simplemente ya me ha reemplazado por otro, mientras yo me he jodido mi vida tratando de vivir para el. me sentí agobiado sin saber qué hacer, solo la decepción se apoderaba de mi, sentí un corrientaso desde la punta de mi garra hasta mis orejas y recordé aquel hombre gentil que sin conocerme, me había dado un trozo de satisfacción; Salí corriendo para no dejar pasar más tiempo, y afortunadamente llegue justo antes de que se fuera del parque, le entregue ese importante papel, el hombre me miro lo recogió, y sonrió, sorprendido, en sus ojos vi que le agrado lo que había en ese papel, y con su mano me invito a seguir andando por la vida, pero ahora con una nueva compañía.

LA FORTUNA DE MI MARTIRIO

David Reina

Solía acompañarlo en sus días sin trabajo al desolado océano que era testigo de su fortuna, en uno de tantos casualmente observaba como la suerte estaba de su lado. En la noche del 13 de Junio todo cambio, en medio de un diluvio y a causa de una fuerte ventisca la fortuna de Alfred se marchaba a lo más profundo del atlántico; me lancé hacia lo alto de aquella ola que azotaba nuestro Velero, yo con el sueño de hacerlo millonario, él con ganas de que no me fuera de su lado y en medio de un ladrido me despedí de aquel hombre que era mi amo mientras él clamaba a gritos mi nombre.
Tras cuatro largas semanas ¡Lo logre!, llegue a la orilla y conmigo el premio que tanto Alfred había esperado, recorría las calles en medio de turbantes, blancos bigotes, carros varados, grandes multitudes, hombres amenazantes con sus largos y afilados cuchillos, Pasaba en medio de divertidos niños que entre risas se adueñaban de aquel chaleco que prometió salvarme la vida, yo caminaba dejando atrás lo ocurrido, me resguardaba de fuertes tormentas, luchaba contra fuertes contrincantes, subía hasta lo más alto de aquella montaña, el cansancio me invadía y preferí dormir en medio del viento, sin embargo el sueño por reencontrarme con Alfred me hacía más fuerte. Recorrí el más caluroso desierto, atravesé el congelado bosque, en medio de mi travesía descubrí los restos de un imperio impuesto por la religión.
Después de mi larga búsqueda, ¡POR FIN!, a mis ojos estaba el “PRINCESS ARCHA” buque que me llevaría de regreso a reencontrarme con Alfred. Me echaron como un perro, pero estaba en mi ciudad y cada vez se hacía más pronto verle la cara de felicidad al tenerme cerca con su anhelado sueño plasmado en un billete de lotería, en medio del camino un forastero apasionado por la música, capaz de compartir un pedazo de pan junto a uno de los suyos, aquel capaz de calmarme el hambre prometería recompensarlo de alguna manera, pero tan solo soy un simple canino sin nada para dar aparte de mi amor, amor del que Alfred se adueñó. Seguí con mi búsqueda, y había llegado a mi destino, ahí estaba aquel hombre que consideraba mi amo, su gran sonrisa, su programa de televisión favorito, su suave mueble, su peluda mano y su…. Gran problema, aquel felino había robado su corazón, la historia de Alfred el millonario había cambiado de rumbo, así como yo y anhelado billete; aquel hombre que supo valorar mi larga travesía y que muchos llamaban vago; días después había sido el blanco de todas las noticias, él y su costoso billete de color amarillo con el premio mayor plasmado en su textura, había sido también el blanco de Alfred y su felino que hizo de esta historia mi martirio.

Caminos solitarios

Jessica Mesa

Una noche con vientos fríos, Sofía caminaba buscando un refugio donde quedarse, pero esta búsqueda, era tan inútil como buscar una aguja en un pajar, calles solitarias sin ninguna señal de vida, al caminar por muchas horas más, hayo algo que le causó mucha curiosidad, se veía algo así como una especie de cueva; donde las ganas de saber que era realmente se apodero de ella y no quedaba nada más que mirar de que se trataba, al llegar estaba oscuro, pero miro fijamente un punto de esta cueva, era un animal, se acercó un poco más y de repente salió lentamente, un perro que parecía como si se encontrara bravo, cuando llego hasta donde ella se estaba, se dio cuenta que era todo lo contrario con su movimiento de cola ella pudo saber que no estaba enojado, se sentía feliz de ver a alguien, entonces, Sofía de verlo solo y saber que no tenía a donde más quedarse esa noche, se quedó con él en esa cueva esperando a que pasara la lluvia que asechaba ese anochecer, al día siguiente cuando roqui; nombre que le puso ella al perro, se levantó y vio la preocupación en la cara de Sofía, ella lo miro y con gran nostalgia se despidió de él. Continuo su camino, sola pensando en que momento se encontraría un refugio para pasar la oscuridad del día, caminaba y caminaba y no sabía a donde ir llego la noche con vientos fríos y lluviosos, busco debajo de un árbol un refugio para pasar esa tormenta y soledad, ella en medio de llanto de verse sola y sin dónde ir, se quedó dormida hasta el día siguiente, siguió el largo camino que la acechaba, después de pasar días de soledad y largas caminatas hayo un pueblo donde encontró un refugio donde quedarse, en ese instante le dio mucha alegría saber que las cosas es ese momentos habían empezado a mejorar, después de dos meses, Sofía en un día frio acostada en su cama, se acordó de la lucha que meses antes había pasado y que su única compañía en ese laxo, había sido aquel perro que se había encontrado, con un eufórico salto, se dirigió a la puerta abordo un taxi y con gran felicidad salió en busca de roqui, llego al sitio donde se había refugiado esa noche, busco y se dio cuenta que ya aquel canino no estaba ahí, en ese momento la tristeza abordo su alma salió y se montó al taxi, cuando se alejaba escucho un ladrido, que hasta pensó que era fruto de su imaginación, al mirar atrás vio cuando roqui corría con fuerza hacia el carro, de inmediato Sofía se bajó del taxi y con un salto se tiro el perro a Sofía lo subió al taxi y se lo llevo a la casa donde se estaba hospedando. Finalmente y después de todo algo bueno acababa de empezar, Sofía sabía que ella, ni roqui iban volver a estar solos, porque ya estaban uno con el otro, acompañándose en estos caminos de soledad.

CRÓNICA PERRO

Edgar Penilla


En lo más tranquilo del simple pero maravilloso mar, me encontraba recostado dentro del velero de mi superior un hombre de madura edad, el cual revisaba una especie de papel con unos números, de un momento a otro quedo inmóvil como una estatua y en cámara lenta me miro y empezó a gritar, se veía como en su rostro había tanta felicidad y emoción, se había ganado la lotería. Después de unas horas al establecerse la noche, escuche como la gran tormenta se aproximaba a grande olas, de inmediato mi superior tomo el timón y se dispuso a dirigir nuestra nave, sin notar que el millonario boleto esta sobre la mesa a la intemperie del viento. Con miedo me escondí debajo de mi lugar de descanso a ver como mi superior luchaba contra la corriente, de un momento a otro vi como el boleto alzaba vuelo como pelicanos en celo, de manera rápida seguí el boleto, mi superior se dio cuenta de la delicada situación y también corría tratando de atrapar el boleto, vi como el boleto se acercaba a mí por el lado derecho, y corrí de frente para saltar y agárralo con mi despampanante hocico, corrí rápido salte y lo agarre pero fuera del velero; con el boleto en mi hocico sentía como caía a las heladas y temperamentales aguas ,con mi chaleco salvavidas logre estabilizarme y nadar; con angustia mi superior gritaba, pero las aguas me llevaron hacia otro destino.
Al salir de las impetuosas aguas, caminado sobre las débiles olas y con el chaleco salvavidas colgando de mi torso, me encontré cara a cara con una indígena y su vaca; los cuales me recibieron con amor, comida y leche, mientras merendaba pensaba como encontrar a mi superior y entregarle el boleto. Al terminar de comer, me postre sobre mis patas, con un gesto amable agradecí a la indígena y su vaca y seguí mi recorrido. Caminado por una solitaria, larga y abandonada calle, sentía como mi cuerpo se cansaba, pero dentro de mí, esas fuerzas de encontrar a mi superior me animaban a no caer; mientras caminaba, una pequeña caravana hindú pasaba, con mucha felicidad, me recogieron y me acariciaron, durante el trayecto logre descansar mis inflamadas patas, y a dormir un buen rato mientras me dirigía hacia el desconocido destino. Mientras la caravana continuaba, escuche un gran estallido, me desperté en lo más oscuro de la noche, todos murmuraban y veía lo rápidos destellos de linterna, al asomarme por la ventana vi pedazos de llanta en la carretera, una los vehículos se había pinchado. Sin demora remolcaron los demás vehículos al mecánico más cercano, al ver que todo ese proceso del “desempinchamiento” era de larga duración, decidí bajarme y seguir mi recorrido. Durante el mi solitario viaje, después de horas y horas de caminar, me topé con un pequeño pueblo con mucha gente, mientras entraba en el sitio veía como ríos de personas pasaban a mi lado, me miraba con desprecio y rabia, unos cuantos personajes con cuchillos me deseaban para rebanarme y venderme, con prisa me escabullí de hombre en hombre hasta llegar a una pequeña casa habitada en su mayoría por niños, al verme se alegraron, me acariciaron, pase un buen tiempo con ellos, me trajeron comida, pero de un momento a otro me despojaron de mi única prenda, mi chaleco salvavidas, me sentí estafado, con cóleras de quiméricas que me confundían, pero me levante de tan extraño sentir, y corrí con mi boleto a otro lugar menos falso.
En mi fatídico caminar, recibiendo insultos, humillaciones; llegue a un lugar aparentemente acogedor y familiar en el cual habitaban seres de mi especie, por un momento pensé que alguno me iba a recibir con alegría, pero no fue así, como si se tratara de otro extraño me echaron sin poder dar un saludo. De tanto caminar y caminar veía como casa, personas iban desapareciendo a medida que avanzaba por los impredecibles caminos, de un mometo a otro sin darme cuenta, llegue a un desierto, un terreno desafiante e ignorado; pero sin importar como las dunas me hacían caer, me levantaba, seguía porque sabía que mi superior me estaba esperando con las manos abiertas, anhelando mi llega; así que seguí con las pocas energías que tenía, subí montañas, corrí por la heladas nieves, escale los más altos pico; siempre por el ánimo de no desfallecer, porque mi meta era llegar donde mi superior, mi sustento , mi amigo……..mi dueño.
Después de atravesar por todos los biomas del mundo, llegue a un área muy tranquila, con hectáreas de arroz y frutas, con rapidez me anime a comer y comer saciando mi salvaje hambre, pero siempre vigilando el boleto de mi superior; mientras comía cuanta fruta veía, sentí una presencia detrás mío, con agilidad agarre el boleto me echa hacia adelante y mire, era un hombre con ojos rasgado y un sombrero de paja, que tenía una oz, y estaba decidido a matarme, al verme en dicha escena y sin pensarlo dos veces corrí y corrí hasta alejarme de esa supuesta villa de tranquilidad. De tanto recorrido, llegue a las vías férreas y me dispuse a seguirlas, después de horas, me topé con unos jóvenes extranjeros que me alimentaron por dos días; en su fogata comimos cuanto ser vivo nos encontrábamos, era una vida excelente, la vida de cualquier persona desearía tener, pero antes de dar vuelo a todos mis sueños, pensaba siempre en mi amo, que me esperaba con los brazos abiertos y con todo el amor dispuesto a darme. Al día siguiente bien de mañana tome la decisión de dejar a los amables jóvenes y seguir mi travesía, espere el tren y como en las películas del viejo oeste corrí y salte a uno de los vagones que estaba abierto, aterrice con seguridad y me eche a esperar el nuevo lugar, que me acercaría más a mi superior.
Al escuchar el incandescente sonido del tren, me desperté a ver qué lugar del mundo estaba, tal sorpresa fue la mía cuando vi el puerto de donde zarpamos, ese mismo paisaje que hace 13 días vi por última vez. Me baje del tren y me dirigí al muelle pasando de cargamentos en cargamentos, percibí un débil aroma de mi amo, por fin hallaba un rastro de del, aspire profundo y seguí olfateando, el aroma se intensifico lo seguí ansioso, doble la esquina y vi mi casa, con alegría y ganas de ver a mi amo, corrí, me acerque a una ventana y lo vi, estaba viendo la televisión; note que estaba muy alegre, como si nada hubiera pasado, estaba un poco confundido, pero todas esas dudas quedaron resueltas cuando vi a un despreciable felino doméstico, treparse en las manos de mi amo y dormir al lado de él, me dolió tanto ver que años de amistad con mi amo se esfumaron en 13 días, con un dolor desgarrador y consumidor, vi como el lo consentía y le daba de comer, muy decepcionado corrí sin rumbo buscando consuelo, con el boleto de lotería en mi hocico, al final de una calle un mendigo me llamo y me dio de comer, puede oler un poco de amor verdadero, que mi otro amo no me pudo dar, sentí que el si era una persona de confiar, solté le boleto el solo lo vio y se rio y con alegría caminamos a lo largo de la calle, un perro y un gamín juntos por fin

El valor de la gratitud

Alexandra Medina


Soy Wilson, soy un french poodle y tengo una bonita relación con mi dueño o más bien mi papá, él me quiere mucho y me lleva siempre con él.
Un día estábamos en el barco de él, era una noche de tormenta y mi papá estaba revisando la lotería y para su suerte los números ganadores coincidían con el tiquete de mi papá, no lo podíamos creer saltábamos de alegría, pero tanta felicidad no duró mucho tiempo, debido a la fuerte tormenta, el viento hizo que el tiquete de la lotería se fuera volando, yo corrí detrás de el y salté al mar para poder alcanzarlo, mi papá salió detrás mío gritando mi nombre pero yo fui más rápido que él , y no logró alcanzarme.
Nadé por mucho tiempo pero logré agarrar el tiquete pero el barco ya no estaba , seguí nadando hasta llegar a la orilla y seguí caminando hasta llegar a mi casa. Fue una larga caminata, pasé por un barrio un poco extraño, muy pobre, y superpoblado, hacia mucho calor y una señora sin querer me echó agua pero fue muy refrescante, después unos niños quisieron jugar conmigo y me quitaron un chaleco que tenia puesto, me libré de ellos tan rápido como pude. Pasé frío, hambre, me sentía muy cansado y triste porque todavía no llegaba a mi casa, buscaba refugio debajo de unas tablas para que me cubriera de las fuertes lluvias.
Después de tanto caminar, pasé por un parque y un vagabundo estaba sentado en una banca, me acerqué a él y me dio un pedazo de grande de pan, me sentía muy feliz ya que estaba muy hambriento, me comí el pan y seguí mi rumbo un poco más contento.
Hasta que por fin llegué a mi casa, me acerqué despacio para darle la sorpresa a mi papi, pero la sorpresa me la llevé yo cuando miré por la puerta a mi papá muy feliz y acariciando un gato, eso fue algo devastador, muy deprimente, mi papá se había olvidado de mi, ya no me quería y prefirió comprar una nueva mascota olvidando los buenos momentos que pasamos juntos. Salí con mi cabecita agachada y caminado muy lento, todavía no lo podía creer, entonces decidí ir de nuevo al parque en donde estaba el vagabundo y para mi fortuna él seguía ahí, y le di el tiquete de la lotería porque él me dio de comer cuando más lo necesitaba, así que me quitó el tiquete de la boca, me miró y se sonrío y nos fuimos caminando para ir a reclamar el tan anhelado premio y desde ese día él me adoptó y vivimos muy contentos.

MI NOMBRE ES

Alexandra Londoño

Una noche mientras escuchaba la tranquilidad del sonido de las olas del mar y los suaves vientos que cada vez aumentaban su intensidad; Willy mi amo y aún más que eso mi gran amigo miraba un papel amarillo con gran ansiedad; sus ojos expresaban gran felicidad, sorpresa y satisfacción sin duda era algo importante para él; gritaba, reía mientras me cargaba y me daba las palmadas que acostumbraba a darme en la cabeza.
No alcance a descubrir cuál era la importancia de este misterioso papel amarillo, debido a que de un momento a otro una fuerte tormenta empezó a interrumpir la poca tranquilidad que había en medio de los gritos de Willy esa noche; las olas eran tan altas que daban miedo se lograba ver la inmensidad del mar y los vientos eran tan fuertes que lograban que mis ojos se cerraran bruscamente.
Mientras contemplaba en medio de la oscuridad la tempestad, pude ver a Willy completamente desesperado por controlar el barco ;en medio de su desesperación olvido ese papel amarillo que lo llenaba de tantas emociones y aunque todavía yo no sabía porque hacía que sus ojos brillaran para mí ya era importante nos miramos como si pensáramos en lo mismo, en el ¡ papel amarillo! de un momento a otro en cuestión casi que de segundos nuestros ojos vieron como el papel amarillo era arrastrado por los fuertes vientos por el aire, mientras lo miraba y perseguía solo pensaba en tenerlo en medio de mi mandíbula y así fue como en medio de la tormenta y en contra del viento lo logre atrapar; pero cuando me di cuenta escuchaba cada vez más lejos los gritos de Willy , ahora estaba en medio de la inmensidad del mar mientras que poco a poco se desaparecía la voz de Willy y los vientos me arrastraban cada vez más lejos de él.
El tiempo paso tan lento y aun así no cruzaba nada por mi mente; estaba en medio del mar en que podía pensar, ni siquiera podía pensar hacia donde me llevaría el viento, el viento que tanto me gustaba escuchar ; poco a poco y lentamente la tormenta fue bajando, las olas se volvieron más suaves casi como si me acariciaran, y los vientos volvieron a hacer música en mis oídos.
sin darme cuenta finalmente me habían conducido a mi final; mi llegada estaba llena de arena no reconocía este lugar y al respirar , al oler no alcanzaba a sentir el aroma de Willy; después de olfatear me di cuenta que mis mandíbulas nunca dejaron de apretar con fuerza aquel papel amarillo; a pesar de mi temor ,a pesar de que mi mente estaba en blanco frente a la tormenta Willy siempre estuvo ahí , pensé que había acabado mi travesía pero apenas comenzaba, fue así como camine tardes y noches donde me topé con muchas personas ;bajo tardes soleadas y noches lluviosas, entre la mirada inquietante de personas; pero siempre con el papela amarillo que mis mandíbulas sostenían fuertemente.
No voy a ser engreído ni mentiroso diciéndoles que fui Valiente todo el tiempo ,hubo momentos en que tuve miedo ,en que quise rendirme ,momentos en que no sabía hacia donde iba, donde solamente me veía corriendo si parar ,en medio de montañas, desiertos y bosques; casi desisto pero en ningún momento deje de pensar en la lealtad y fidelidad que le debía a Willy, ni lo que reflejaba su última mirada ; encontré personas que me no me querían dejar alcanzarlo e incluso otros de mi especie que decían que jamás lo lograría .
De tanto correr, de tanto caminar llegue a un muelle donde volví a ver el mar y así mismo volví a sentir el aroma de Willy, seguí mi camino pero esta vez daba pasos lentos estaba agotado, guiándome por su aroma; después de caminar un largo rato Termine en un parque que ya conocía a la perfección era el parque al cual Willy siempre me sacaba a pasear y jugar; en él había un hombre que ya reconocía el cual se acercó simplemente a darme un pedazo de comida se la recibí y a pesar de que seguí mi camino sentí que el viejo vio e mis ojos mi gran viaje ,mi gran travesía, mi aventura por llamarla de alguna manera a este hombre lo había visto durante toda mi vida en este parque siempre sentado en la misma silla ; pero bueno apresurémonos un poco quiero contarles mi reencuentro con Willy; y así fue; solo di unos cien pasos más y llegue a esa vieja casa blanca, subí las escaleras de la entrada tan rápido como pude y mire atreves de la ventana de la puerta; mi cola empezó moverse de un lado para otro ,me sentí un poco extraño pues hace tiempo no me sucedía y ahí estaba Willy viendo nuestro programa favorito, en su gran sillón; al mirar un poco más abajo vi mi cama pero con su nuevo amigo un gato,talvez mi peor enemigo ,no deben entender porque mi peor enemigo ;no me he presentado : soy un perro, el perro al que por algún tiempo Willy había considerado como su fiel y mejor amigo, nos se cuanto tiempo paso desde que deje de escuchar su voz ante las insaciables olas del mar y los fuertes vientos ;no sé cuánto tiempo tardo mi viaje ;tal vez esas palabras buen chico y palmadas en la cabeza cada vez que traía el hueso no fueron sinceras jamas ; ni yo ni el papel amarillo fuimos muy importantes; sin pensarlo más de dos veces di la vuelta baje los escalones pero estaba vez lentamente y con gran tristeza volví a aquel parque en búsqueda del único hombre que a pensar del tiempo recordaba mi nombre; no les conté toda la historia del parque con aquel hombre porque pensé que no tenía importancia quería llegar rápido a la casa blanca; pero acá está el resto de la historia cuando aquel viejo hombre se acercó darme de comer me dijo:” hace cuanto no venias a visitarme”; a pesar de que toda mi vida visite este parque y cada vez lo encontraba allí en la misma silla y me daba de comer lo que tenía en sus manos ,jamás supe cómo se llamaba.
Pero el sin embargo sin importar cuanto duro mi viaje jamás olvido mi nombre; al tenerlo al frente, tire el papel amarillo frente a sus pies; él lo recogió y vi de nuevo esa mirada ,esa ansiedad ,esa alegría y de nuevo volví a recibir una palmada en la cabeza ;Y aquí comienza otra vez mi nueva historia sin saber hacia dónde iba sin saber si estas palmadas en la cabeza eran reales; pero esta vez no en medio del mar y su soledad ni en medio de los vientos y su agresividad esta vez ala lado del hombre que jamás olvido mi nombre rufos.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Un pequeño canino aventurero.

Verónica Sánchez Corrales
Navegando en un barco en medio del mar se encontraban un hombre y su perro que miraban el sorteo de la lotería por internet, cuando de repente de desato una tormenta tan fuerte que la gran embarcación de velas blancas y una grande ancla se destruyó por completo y es entonces cuando tomaron caminos distintos Jack y su amo.
Jack un perro de raza mediana, valiente y de gran coraje, amante de las aventuras pero siempre fiel a su amo, con ojos enternecedores y de pelaje café; naufrago en una playa de Costa de Marfil, donde era raro ver a un perro con un chaleco, todos los turistas lo miraban y con gran simpatía Jack caminaba como en estuviese en su propia casa y es en este lugar donde el canino emprende una gran aventura en busca de su fiel amigo y de regreso a casa.
Recorriendo pueblos, ciudades e incluso países nuestro pequeño amigo siempre llevaba consigo una pequeña hoja de papel que guardaba celosamente y era el único recuerdo físico que tenia de su amo, además de todos momentos vividos junto a él. Pasaron tres meses y Jack se encontraba en la India donde se dio un paseo en elefante y, conoció culturas y otros perros de distintas razas; para ser verdad se comunicaban muy bien, pues el idioma de los perros es universal… También conoció muchos amores cada una diferente a la otra; pero este pequeño amigo solo quería llegar América las hembras ya habían pasado a un segundo plano, crear familia no era su prioridad.
Una mañana nuestro canino ve acercarse al muelle donde paso la noche un barco americano e inmediatamente Jack decide arribarlo ya que este lo conduciría a New york, esta era una oportunidad única de volver de casa. Al atardecer las memorias de sus aventuras se hacían cada vez más presentes y con nostalgia el canino recuerda las personas que conoció y lo difícil que fue pasar este tiempo, pero este sería el último recorrido a su hogar.
El viaje duro un mes donde Jack ya se creía el capitán del barco, pues bien era el consentido por el capitán y la embarcación… de repente nuestro pequeño amigo se quedó viendo el horizonte y noto como el paisaje se tornaba de edificios, ya estaba en la gran ciudad y cada vez más cerca de su amo.
En el momento de llegar al muelle todos despiden al perro con gran nostalgia, pero el pequeño perro aventurero se encontraba con gran alegría y por fin entregaría el preciado tesoro a quien más le hacía fiel, su amo.
Una vez más Jack emprende un nuevo viaje, el último viaje que tenía que tomar para llegar a casa, la ciudad estaba muy cambiada pero su instinto le sirvió de brújula conduciendo hasta su hogar, su dulce hogar… dos días después llego por fin a casa, desde la esquina el canino podía imaginar lo confortable de una cama y un plato lleno de comida, con las últimas fuerzas en sus cuatro patas Jack camina hasta fijar su mirada con un mendigo que le ofrece un poco de pan y le sonríe amistosamente, pero el perro solo quería estar ya en su casa… y era ahí donde ya se encontraba parado tras la puerta en que le solían abrir para ir a dar un paseo, pero su cara cambio y de la gran alegría que mostraba se torno una gran tristeza, pues bien su amo a quien le había hecho fiel por todo este tiempo y le había guardado su tesoro ya tenía un gato, un gato que le sobaba la pansa y le hacía cariñitos; era la peor humillación para un perro, ser cambiado por un gato. Con desconsuelo Jack camina lentamente y decide irse de casa.
Al dar cada paso Jack piensa que sería un mendigo más, un mendigo sin hogar y sin amor y por qué no ser mejor dos mendigos juntos, el pequeño aventurero alcanza a quien por un momento le dio de comer y le entrega el tesoro... El boleto de lotería premiado con el premio gordo, ahora Jack tendría; nueva casa, nuevo barco, nuevos viajes y nuevo amo.

Delirando.

Jair Villano

Cuenta Pluto que Clark era su mejor amigo, que tenían muchas cosas en común, “odiaban la ducha, amaban la pizza” (…) , pero a pesar de todo había una diferencia que cambian la noción de sus mundos e incluso la de sus vidas: Pues Clark era más espigado, tal vez por eso tenía el privilegio de dormir en un cómodo y envidiable lecho , mientras que a nuestro amigo Pluto le tocaba pernoctar en una incómoda y dura madera . Sin embargo esto no era impedimento para que su amistad fuera creciendo cada vez más .
-“Era tanto el amor que me tenía que en ocasiones dejaba que yo durmiera en su cómoda y regocijante morada”.
Cuenta Pluto que todo cambio después de la febril aventura que juntos vivieron aquel día:
-Pluto a qué no adivinas donde vamos a ir. Ay amigo, me he conseguido un modesto pero fascínate buque, ya verás que te va a encantar!
Cuenta Pluto que desde pequeño le habían ensañado a temerle al mar, pero la felicidad de su amo era su felicidad, fue por eso que “sin pero alguno” decidió acompañar a su amo y amigo a su aventura por el inmenso y profundo mar.
-“En el día todo estuvo normal, Clark con su computadora, Clark leyendo, Clark jugando , y por ultimo Clark durmiendo , a y casi lo olvido Clark con su papel de lotería! . No había porque preocuparse , por el contario ,todo daba a indicar que la noche iba a llegar sin percance alguno: pues el sol estuvo radiante, e incluso el crepúsculo nos regalo su rojizo más intenso. Pero todo se arruino , todo se fue a la basura cuando llego la inesperada noche con su nefasta tempestad ; el buque no tenía dirección ; el viento y las turbias aguas hacían que éste se moviera de tal manera que Clark perdiera el control sobre sí mismo ; el miedo se había impregnado en nuestros corazones ; pero la lluvia no cesaba , y el desasosiego se mantuvo presente , se mantuvo presente y más después de la inocente manera en que Clark quiso recuperar su papel de lotería , que según sus palabras iban a cambiar el rumbo de nuestras vidas, y la verdad fue que lo cambio pues después de arrojarme por el papel , deje de ver a Clark por muchos meses .
Pues bien a pesar de lo ocurrido en la noche agarre el papel. Lo agarre como si en mis manos estuviera la ultima pizza del mundo .Lo agarre y lo lleve por lugares que nunca en mi vida había imaginado llegar : Pase por el desierto y un cascabel me lo quiso raptar , pero me posición era firme , firme como la de un soldado sumiso que se aferra cumplir lo que dice su general ; luego pase por la selva y sentí el desdén de sus seres habitantes , decían que mi presencia no era digna , que mi vida estaba en la ciudad ;anduve deambulando por muchas zonas desconocidas ,pero mi visita en ningún lugar era grata ,y aunque lo disimulaban muy bien, sentía de cerca el pudor y el repudio con que me miraban los habitantes de las tierras . Sentí de cerca la xenofobia: y yo que nunca lo llegue a pensar: xenofobia de los que yo creía mis hermanos, mis hermanos caninos!.
fueron largos días , días de calor , días de lluvia ; fueron largas noches , noches de estrellas y lunas , noches de nubes oscuras ; no puedo negar que por momentos quería desistir , dejarlo todo atrás , dejar que nuestra amistad quedara en una bonita anécdota; pero era sino recordar esos momentos de regocijo a lado de Clark y sentía que la fuerza me volvía al alma, sentía que una esperanza disipaba miles de desesperanzas , sentía que el sentimiento era reciproca, que tal vez Clark estaba haciendo lo mismo , me buscaba , me llamaba , pero no me hallaba” .
Cuenta Pluto que aunque recordaba el camino de su hogar , el llegar se le había vuelto una odisea. Pero el amor lo puede todo, y Pluto sabía muy bien que el que persevera alcanza. No obstante, nuestro amigo decidió seguir en busca de su vehemente deseo, seguir sin importar que tan caótico fuera el camino; pero el universo parecía no querer conspirar, sin embargo, esto a nuestro pequeño gigante no lo inmutaba:
-“mi posición era firme, ya te lo he dicho Larry, firme como una estrella lo es a su lugar en el universo. Aunque a decir verdad, me sentía como un nómada, como el nómada mas clandestino de este planeta llamado tierra.
Fueron muchas noches a la intemperie, y yo que tanto despreciaba la cama-o el pedazo de madera, que era como yo le decía -en la que en viejas noches dormía; fueron muchos días sin nada que comer, y yo que tanto que repudiaba el pedazo de hueso que él me daba. Al parecer era una lección de vida ,sí a lo mejor eso era , pues las cosas que no quería , en ese momento las deseaba , inclusive las cosas más odiadas , como lo era el día de la ducha , me estaban haciendo falta. Había aprendido la lección , ahora ya no sería el mismo, no , cuando encontrara a Clark , primero que todo lo abrasaría , y después le diría todo lo que había aprendido en esas aventuras que , por un momento , llegue a pensar que no era más que una odisea , pero que con el tiempo me fui dando cuenta que era el camino hacia la reflexión , sí la soledad buscaba eso , que yo reflexionara y que con el pasar del tiempo de mis grandes falencias me percatara .
Lo había conseguido, había conseguido reflexionar, me había auto cuestionado y autocriticado; el camino ahora era otro, y fue ahí cuando te conocí Larry, lo recuerdas?, yo iba con el papel de lotería en la boca , lo llevaba a la casa de mi amo . Camine con parsimonia para disfrutar un poco más el tan esperado momento, sí , todo daba indicar que había saciado la expectativa , que me había desembarazado de eso que creía era una utopía . Camine con parsimonia y cuando llegue a casa de Clark…
Cuenta Pluto que no pudo contener las lagrimas, que a veces es tarde para darse cuenta de lo errores y, que cuando llego a la casa de su amigo vio que su lugar ya era remplazado por otro. Sollozaba Pluto diciendo que su lugar era reemplazado por un...
-Levántate Pluto que se nos hace tarde para ir al buque, pero no sin antes decirme quién diablos es Clark.

Una Gran travesía.

Valeria Bocanegra

En la vida nos encontramos con amores, desilusiones, fortunas, aventuras y dolores.
Para empezar consagramos nuestra vida a un ser o distintos seres, entregamos lo que más podemos, en especiales nosotros los perros.
Una tarde mientras viajaba en un pequeño velero observaba a mi amo como esperaba expectante con un papel muy valioso en su mano un resultado que darían en una página desde el portátil, atentamente escuchaba y veía como mi amo se estremecía al ver que la serie de números coincidían con los de la boleta que el poseía, al dar el resultado final y al ver que él el feliz ganador me demostró su inmensa alegría y emoción levantándome del sitio donde me encontraba y dándome un fuerte abrazo, en este momento me di cuenta que era lo mejor que le había podido pasar en mucho tiempo.
Esa misma noche después de tanta emoción llego la desesperación, una tormenta nos tomo por sorpresa en la mitad del mar, la lluvia, el viento y las olas azotaban muy fuerte el velero, el viento era tan fuerte que llego al sitio donde se encontraba la boleta de la lotería y la levanto llevándola por los aires exponiéndola en la cubierta, mi amo quien en ese momento se encontraba en el timón intento alcanzarla pero no lo logro, yo ya me encontraba con mi chaleco salvavidas, y me lance tras aquel objeto cayendo directamente al mar, mi amo quedo angustiado y mientras tanto intentaba seguir mi rastro con su linterna pero las olas eran tan fuertes y grandes que me hicieron perder del camino y pasar toda la noche luchando. A la mañana siguiente logré llegar a la orilla de una isla, desconcertado por qué no sabía cuál era mi ubicación y en medio de la poca lluvia que había vi una mujer de vestido largo y rasgos marcados, con ella se encontraba un cebú amarrado a un pequeño palo.
Decido seguir mi camino pero llevando aun conmigo el tan dichoso papel amarillo. Mientras caminaba se me atravesó un bus con mucha gente en el cual gentilmente me subieron y me llevaron a la ciudad más cercana, había muchas personas ahí parecía una plaza de mercado, seguí caminando y mas allá me tropecé con un grupo de niños quienes me quitaron el chaleco, al menos ellos no me hicieron daño porque una mujer más adelante me hecho agua cuando pasaba por el frente de su casa, nuevamente empezó a llover y encontré un pequeño hueco en el cual refugiarme, ya la ciudad se empezaba a acabar y un desierto grande era el que travesaba, en él me persiguieron perros más salvajes y hambrientos que tal vez estaban defendiendo su terreno, me ahuyentaron y obligaron a meterme a un laberinto subterráneo de palos donde pase la noche.
Al día siguiente desperté en aquel hueco en el que me encontraba, lastimosamente aun me encontraba en el desierto, seguí corriendo y llegue a un barranco el cual dividía el lugar que había recorrido y uno nuevo por recorrer lleno de nieve y arboles, después encontré nuevamente gente que aparentemente hacían labores de agricultura pero no fueron amables conmigo, al contrario me ahuyentaban con sus materiales de trabajo hasta que me sacaron de ese sitio haciéndome llegar a una carrilera de tren donde había un vagabundo calentándose con un fogata.
Seguía persistiendo en que tenía que llegar a mi destino final pero nunca aleje de mí aquel boleto que a mi amo había hecho feliz, entonces llegue a un puerto y ahí se hallaba un gran barco y en ese momento pensé que esa era mi única salida. Por fin llego a la ciudad, cansado, adolorido después de tanto haber recorrido me encuentro con un viejo de barba y cabello largo para su aparente edad, estaba sentado en una banca de un parque, al ver mi agotamiento y fatiga me dio de comer. Aun con el boleto en mi boca llego a casa, fue tanta mi emoción el ver por la ventana a mi amo que no pensaba ya en cansancios ni dolores, pero me desconcertó el ver en su rostro tranquilidad y felicidad, bajo mi mirada siguiendo el movimiento de su brazo y me doy cuenta que en el lugar que yo hace algún tiempo estaba un reemplazo mío encontraba, al parecer llenando también de placer al ser por quien yo mas luche, era un gato.
La sorpresa fue fatal, la desilusión invadió todo mi corazón, después de tanto andar y obstáculos soportar, riesgos aguantar y nunca de mí quitar la felicidad que a mi dueño quería dar, pienso que los sacrificios fueron en vano y los esfuerzos malgastados.
Después de la ingrata sorpresa no quiero atormentarme mas, regreso al sitio donde el viejo de barba blanca aun se encontraba para devolverle el favor que me había hecho, entonces decido entregarle la felicidad que conmigo llevaba el billete de lotería que en mi interior sabia que cambiaría su vida y en ese momento de aceptación y entrega me doy cuenta que no fue en vano todo lo que pase, después de tanto andar mi destino no era volver con mi amo sino ser más feliz con alguien más.
En ocasiones los caminos duros y difíciles de andar siempre nos traen un mejor final, una recompensa mejor de la que siempre esperamos por nuestros sacrificios.