domingo, 25 de septiembre de 2011

LA FORTUNA DE MI MARTIRIO

David Reina

Solía acompañarlo en sus días sin trabajo al desolado océano que era testigo de su fortuna, en uno de tantos casualmente observaba como la suerte estaba de su lado. En la noche del 13 de Junio todo cambio, en medio de un diluvio y a causa de una fuerte ventisca la fortuna de Alfred se marchaba a lo más profundo del atlántico; me lancé hacia lo alto de aquella ola que azotaba nuestro Velero, yo con el sueño de hacerlo millonario, él con ganas de que no me fuera de su lado y en medio de un ladrido me despedí de aquel hombre que era mi amo mientras él clamaba a gritos mi nombre.
Tras cuatro largas semanas ¡Lo logre!, llegue a la orilla y conmigo el premio que tanto Alfred había esperado, recorría las calles en medio de turbantes, blancos bigotes, carros varados, grandes multitudes, hombres amenazantes con sus largos y afilados cuchillos, Pasaba en medio de divertidos niños que entre risas se adueñaban de aquel chaleco que prometió salvarme la vida, yo caminaba dejando atrás lo ocurrido, me resguardaba de fuertes tormentas, luchaba contra fuertes contrincantes, subía hasta lo más alto de aquella montaña, el cansancio me invadía y preferí dormir en medio del viento, sin embargo el sueño por reencontrarme con Alfred me hacía más fuerte. Recorrí el más caluroso desierto, atravesé el congelado bosque, en medio de mi travesía descubrí los restos de un imperio impuesto por la religión.
Después de mi larga búsqueda, ¡POR FIN!, a mis ojos estaba el “PRINCESS ARCHA” buque que me llevaría de regreso a reencontrarme con Alfred. Me echaron como un perro, pero estaba en mi ciudad y cada vez se hacía más pronto verle la cara de felicidad al tenerme cerca con su anhelado sueño plasmado en un billete de lotería, en medio del camino un forastero apasionado por la música, capaz de compartir un pedazo de pan junto a uno de los suyos, aquel capaz de calmarme el hambre prometería recompensarlo de alguna manera, pero tan solo soy un simple canino sin nada para dar aparte de mi amor, amor del que Alfred se adueñó. Seguí con mi búsqueda, y había llegado a mi destino, ahí estaba aquel hombre que consideraba mi amo, su gran sonrisa, su programa de televisión favorito, su suave mueble, su peluda mano y su…. Gran problema, aquel felino había robado su corazón, la historia de Alfred el millonario había cambiado de rumbo, así como yo y anhelado billete; aquel hombre que supo valorar mi larga travesía y que muchos llamaban vago; días después había sido el blanco de todas las noticias, él y su costoso billete de color amarillo con el premio mayor plasmado en su textura, había sido también el blanco de Alfred y su felino que hizo de esta historia mi martirio.

2 comentarios:

  1. Cambio el titulo ,alargo un poco mas el texto , le dio coherencia algunas partes que le faltaban del texto, añadió comas y tildes y signos de puntuación , hay unas palabras que no tienen tildes, le dio un buen final a su cuento , y tiene una secuencia desde el comienzo hasta el final.

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