Alexandra Londoño
Una noche mientras escuchaba   la tranquilidad del sonido de las olas del mar y  los suaves vientos que cada  vez aumentaban  su intensidad; Willy mi amo y aún más que eso mi gran amigo miraba un papel amarillo con gran ansiedad; sus ojos expresaban gran felicidad, sorpresa y satisfacción sin duda era algo importante para él; gritaba, reía mientras me cargaba y me daba  las palmadas que acostumbraba a darme en la cabeza.
No alcance a descubrir  cuál era la importancia de este misterioso papel amarillo, debido a que de  un momento a otro una fuerte tormenta empezó a interrumpir la poca tranquilidad que había en medio de los gritos de Willy  esa noche; las olas eran tan altas que daban miedo se lograba ver la inmensidad del mar y los vientos eran tan fuertes que  lograban  que mis ojos se cerraran bruscamente.
Mientras contemplaba en medio de la oscuridad la tempestad, pude ver a Willy completamente  desesperado por controlar el barco ;en medio de su desesperación olvido ese papel amarillo que lo llenaba de tantas emociones y aunque todavía yo no sabía porque  hacía que sus ojos brillaran para mí ya era importante nos miramos  como si pensáramos en lo mismo, en el  ¡ papel amarillo! de un momento a otro en cuestión casi que de segundos nuestros ojos vieron como el papel amarillo era arrastrado por los fuertes vientos por el aire, mientras lo miraba y perseguía solo pensaba  en tenerlo en medio de mi mandíbula   y así fue como en medio de la tormenta y en contra del viento lo logre atrapar;  pero cuando me di cuenta escuchaba cada vez más lejos los gritos de Willy , ahora estaba en medio de la inmensidad  del mar  mientras que poco a poco se desaparecía la voz de Willy y los vientos me arrastraban cada vez más lejos de él.
El tiempo paso tan lento y aun así  no cruzaba nada por mi mente; estaba en medio del mar  en que podía pensar, ni siquiera podía   pensar hacia  donde me llevaría el viento, el viento que tanto me gustaba escuchar   ;  poco a poco y lentamente la tormenta fue bajando, las olas se volvieron  más suaves casi como si me acariciaran, y los vientos volvieron a hacer música en mis oídos.
sin darme cuenta finalmente me habían conducido a mi final; mi llegada estaba llena de  arena no reconocía este lugar y al respirar , al oler no alcanzaba a sentir el aroma de Willy; después de olfatear  me di cuenta que mis mandíbulas nunca dejaron de apretar con fuerza aquel papel  amarillo; a pesar de mi temor ,a pesar de que  mi mente estaba en blanco frente a la tormenta Willy siempre estuvo ahí ,  pensé que había acabado mi travesía pero apenas comenzaba, fue así como camine tardes y noches donde me topé con muchas  personas  ;bajo tardes soleadas  y noches lluviosas, entre la mirada inquietante de personas; pero siempre con el papela amarillo que mis mandíbulas sostenían fuertemente.
No voy a ser engreído ni mentiroso diciéndoles que  fui Valiente todo el tiempo ,hubo momentos en que tuve miedo ,en que quise rendirme ,momentos en que no sabía hacia donde iba, donde solamente me veía corriendo si parar ,en medio de montañas, desiertos y bosques; casi desisto pero en ningún momento deje de pensar en la lealtad y fidelidad que le debía a Willy,  ni lo que reflejaba su última mirada ; encontré personas que me  no me querían dejar alcanzarlo e incluso otros de mi especie que decían que jamás lo  lograría .
De tanto correr, de tanto caminar llegue a un muelle donde volví a ver el mar y así mismo volví a sentir el aroma de Willy, seguí mi camino pero esta vez  daba pasos  lentos estaba agotado, guiándome   por su aroma; después de caminar  un largo rato Termine en un parque que  ya conocía a la perfección  era el parque al cual Willy siempre me sacaba a pasear y  jugar; en él  había un hombre que ya reconocía el cual se  acercó simplemente a  darme un pedazo de comida se la recibí y a pesar de que seguí mi camino  sentí que el viejo vio e  mis ojos mi gran viaje ,mi gran  travesía, mi aventura por llamarla de alguna manera  a este hombre lo había visto durante toda mi vida en este parque siempre sentado en la misma silla ; pero bueno  apresurémonos un poco quiero contarles mi reencuentro con Willy; y así fue; solo di unos cien pasos más y llegue a esa vieja casa blanca, subí las escaleras  de la entrada tan rápido como pude y mire atreves  de la ventana  de la  puerta;  mi cola empezó moverse de un lado para otro ,me sentí un poco extraño  pues hace tiempo no me sucedía y ahí  estaba Willy viendo nuestro programa favorito, en su  gran sillón; al mirar un poco más abajo vi mi cama pero con su nuevo amigo un gato,talvez mi peor enemigo ,no deben entender  porque  mi peor enemigo ;no me he presentado :  soy un perro, el perro al que por algún tiempo Willy había considerado como su fiel y mejor amigo,  nos se cuanto tiempo paso desde que deje de escuchar su voz ante las insaciables olas del mar y los fuertes vientos ;no sé cuánto tiempo tardo mi viaje ;tal vez esas palabras buen chico y palmadas en la cabeza cada vez que traía el hueso no fueron sinceras jamas ; ni  yo ni el papel amarillo fuimos muy importantes; sin pensarlo más de dos veces di la vuelta baje los escalones pero  estaba vez lentamente y con gran tristeza   volví a aquel parque en búsqueda del único hombre que  a pensar  del tiempo recordaba mi nombre;  no les conté toda la historia del parque  con aquel hombre porque pensé que no tenía importancia quería llegar rápido a la casa blanca; pero acá está el resto de la historia  cuando aquel viejo hombre se acercó darme  de comer me dijo:”  hace cuanto no venias  a visitarme”;  a pesar de que toda mi vida visite este parque  y cada vez lo encontraba allí en la misma silla y  me daba de comer lo que tenía en sus manos ,jamás supe cómo se llamaba.
Pero el sin embargo sin importar cuanto duro mi viaje jamás olvido mi nombre; al tenerlo al frente, tire el papel amarillo frente a sus pies;  él lo recogió y vi de  nuevo esa mirada ,esa ansiedad ,esa alegría y  de nuevo volví a recibir  una palmada en la cabeza ;Y aquí comienza otra vez mi nueva historia  sin saber hacia dónde iba sin saber si estas palmadas en la cabeza eran reales;  pero esta vez no en medio del mar y su soledad ni en medio de los vientos y su agresividad esta vez ala lado del hombre que jamás olvido mi nombre rufos.
mi compañera cumplio con los propositos de las rejilla, corrigio alguna cosas en su redaccion y en lugar tiempo , el cuento cumple con lo propuesto.
ResponderEliminarmaria camila castro
ResponderEliminar